Por Darío Hernan Irigaray

Para impulsar Vaca Muerta muchas empresas interesas pidieron desde que se puedan llevar sus ganancias al exterior, comprar dólares libremente, importar equipamiento en forma ágil, menores tasas de importación o quita de las mismas, reducciones en costos laborales, un valor superior al internacional en el gas para poder invertir en infraestructura, liberar el valor del barril al costo internacional, mejores rutas, el compromiso de no crear nuevos impuestos y de bajar los existentes, y hoy la mayoría de estos pedidos se cumplieron o se están llevando adelante.

Ahora la pregunta es porqué aún no se ve un impacto real de inversiones en el país, que se pueda apreciar en el común de la gente, cuando parece todo estar dado para que Vaca Muerta despegue definitivamente.

Es común escuchar que es necesario “un mayor apoyo al gobierno nacional”, desde las principales consultoras internacionales, incluso de la misma boca de los principales referentes de la industria y el resultado de las pasadas elecciones PASO generó optimismo en este sentido.

Este 22 de Octubre están en juego dos escenarios, por un lado desterrar la posibilidad del regreso de una política que nos cerró puertas hacia el mundo, y por otro continuar con un proyecto de apertura internacional que hasta el momento está muy bien visto.

La suma de bancas a la cámara de diputados y senadores que se juega en esta elección el gobierno de Macri es determinante para tener una mejor representatividad, así como lo es el recambio de caras dentro del peronismo o kirchnerismo que está en vías de extinción, de acuerdo lo que marcan las encuestas.

Lo cierto es que la industria espera atenta la resolución de esta elección, sentada en sus oficinas en Houston, Calgary o Buenos Aires, así como bancos y grupos inversores del mundo se alistan para ver que van a hacer a partir desde el lunes 23 de octubre de 2017.