En un año de incertidumbre para el sector petrolero, el ministro de Energía de la provincia de Neuquén, Alejandro Nicola, trazó un panorama del sector y resaltó el avance en la explotación no convencional en Neuquén.

El funcionario neuquino es optimista y confió en que los 19 pilotos no convencionales que están marcha en la provincia se transformen, en un plazo no superior a los dos años, en desarrollos masivos lo que significarían inversiones por u$s 122.000 millones durante las siguientes tres décadas.

“Tenemos en este momento una etapa de transición que va hacia la consolidación de los (hidrocarburos) no convencionales. No se si se puede hacer una evaluación, soy optimista mirando los desarrollos futuros. Veníamos de varios años de declino y con la aparición de los no convencionales hay una nueva oportunidad. Pero esto recién está arrancando y hay datos que son muy auspiciosos”, expresó el funcionario en una entrevista con “Río Negro Energía”.

Ante la caída del precio del crudo, las inversiones en la Cuenca Neuquina se volcaron hacia los proyectos de gas pero, como destaca Nicola, la mayoría de los planes pilotos sobre Vaca Muerta son proyectos de shale oil (petróleo no convencional).

El ministro repasó los números de producción: En 2014 con los primeros pasos del boom no convencional se extraían 10.000 barriles/día shale y, ahora, en octubre del 2016 pese a la crisis internacional de precios se sacan 36.000 barriles/día. La producción no convencional ya representa más del 30% del crudo que se extrae en Neuquén: 5.600 m³/d sobre 17.000 m³/día.

“Esta es una realidad que nos da mucho optimismo. Con 19 proyectos pilotos en marcha, apenas se está explotando el 10% de Vaca Muerta. Las operadoras nos dicen que los resultados son excelentes, que tenemos la mejor geología no convencional. Las inversiones comprometidas para estos proyectos pueden pasar de u$s 5.600 millones a u$s 122.000 millones si todos llegan a etapa masiva”, indicó Nicola.

El funcionario reconoció que las áreas que están junto a otras donde ya hay infraestructura tienen mejores perspectivas de desarrollo. Sin embargo las que están mas alejadas y necesitan de mayores inversiones pueden demorar algunos años más.

Para Nicola el desafío es establecer las condiciones para acercar las inversiones. “Por la producción que supimos tener, la capacidad de transporte está garantizada pero ya hay empresas que analizan nuevos oleoductos y esto es lo que hay que vehiculizarlo para mejorar las condiciones de la cuenca”, sostuvo.

“El Estado en todos los casos tiene que ser el que guíe y el que planifique. Es el rol fundamental. Bajo cualquier circunstancia yo creo que lo que conviene es desarrollar nuestros recursos generando trabajo y riqueza local”, señaló Nicola.