La Cámara Empresarial de la Industria Petrolera y Afines de Neuquén (CEIPA) se mostró preocupada y expectante por lo que pueda ocurrir con el paro de 48 horas resuelto por el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa.

A raíz de la decisión de la empresa YPF de bajar 33 equipos y dejar sin trabajo a 1500 despidos, el gerente de CEIPA, Sebastián Cortez Ríos manifestó su preocupación en declaraciones a la prensa.

Agregó que “la situación que se está viviendo es sorpresiva y poco común” y ha activado las alarmas en dicha cámara empresarial.

Cortez Ríos recalcó que se trata de una “situación compleja” en la que no hay un solo responsable, sino que “es una cadena”, dijo al diario LM Neuquén.

Desde el sector gremial anticiparon que la protesta, que comenzará a partir de las cero de este lunes 5 de diciembre, tiene como objetivo el reclamo a la Nación de un salario de emergencia para los despedidos. Si la medida prospera, aunque era inminente el posible dictado de conciliación obligatoria, podría verse afectada la producción de petróleo, lo que acarrearía otras consecuencias para la cuenca neuquina.

Por otra parte, el referente del Frente y la Participación Neuquina, Ramón Rioseco, calificó como una “parodia” las reacciones de Guillermo Pereyra y de Omar Gutiérrez. Agregó que hay un “feroz ajuste”, que comenzó con la desinversión del 30% en la cuenca neuquina.