Ricardo Darré, recientemente designado CEO en YPF pretende bajar los costos en la petrolera estatal y optimizar los recursos para continuar con el desarrollo de la explotación no convencional en la Cuenca Neuquina.

Darré, ex ejecutivo de Total busca traer la experiencia de la empresa holandesa en Estados Unidos, para realizar operaciones de shale gas en escenarios complejos.

Según la nota publicada en el diario “Río Negro”, por Roberto Aguirre, Darré asumirá en julio y ya mantiene contactos fluidos con el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez. La intención es mantener el plan para 2016 diseñado bajo la gestión de Miguel Galuccio, con una inversión de 4.500 millones de dólares.

En este sentido, continuará la apuesta a Vaca Muerta pero en materia de gas. Loma Campana, el principal yacimiento no convencional fuera de América del Norte, trabaja con el mínimo ritmo posible y en los últimos meses empezó a caer la producción de crudo, algo que no ocurría desde su puesta en marcha.

Darré pondrá el acento en la eficiencia y para eso trae su experiencia en suelo norteamericano. El ingeniero argentino (recibido, como Galuccio, en el Itpba), tuvo un rol central en la adquisición del 25% de los activos de Chesapeake en dos formaciones de shale gas centrales en América del Norte, Barnett, en Texas, y Utica, en la zona de la los Apalaches. Esta última formación es una de las que más tensiones sociales generó en estados como Pennsylvania, por la cercanía de las zonas productivas con centros urbanos.

Según señaló a “Río Negro Energía” una fuente de YPF, en la firma francesa no tomaron muy bien que YPF se lleve a uno de sus principales hombres, lo que también colaborará en demorar su desembarco en Argentina.

Su experiencia en el shale será un activo clave para Darré. En YPF esperan que ordene la compañía y se dedique especialmente al upstream, el principal generador de ingresos de YPF y el que más cambios demanda para ser eficiente en épocas de precios bajos.

También pondrá su atención en el negocio de la refinación, y sobre todo en la generación eléctrica y renovable, este último uno de los principales anhelos de Aranguren que Gutiérrez tomó como propio.

La idea de YPF es renovar toda su imagen de modo consecuente con el desembarco de Darré. Intentarán despojarse del rol político que le asignó a la empresa emblema la gestión de Cristina Kirchner para transmitir más un criterio más corporativo, lo que podría generar tensiones con la estructura de vicepresidentes de la compañía.