La reactivación de la actividad hidrocarburífera tras la nacionalización de YPF y la explotación en la formación Vaca Muerta impactó en la educación de diversas maneras.

En cuanto a la formación académica, generó el interés en estudiantes en carreras de ingeniería, debido a la demanda de profesionales por parte de las empresas, que pese a este dato alentador, pero a siguen teniendo problemas para encontrar profesionales y mano de obra calificada.

El decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue (UNC), Salvador Canzonieri, confirmó al diario LM Neuquén que en 2015 habrá un nuevo récord de inscriptos en las distintas carreras que ofrece la casa de estudios. En total se anotaron 1.250 estudiantes, un 12% más que el año pasado, y que se sumarán a los 6.500 alumnos que ya tiene la institución.

La explosión que significó Vaca Muerta también en la opinión pública fue una suerte de aceitada campaña de difusión que influyó en las vocaciones de los jóvenes estudiantes. Así lo reconoce Canzonieri, quien relaciona el crecimiento en la matrícula de las ingenierías con el impacto de la reactivación petrolera.

El impulso real también se debe a la implementación de proyectos desde la Secretaría de Políticas Universitarias como el Plan Estratégico de la Formación de Ingenieros (PEFI) y el Programa de Estímulo a la Graduación.

La intervención de las compañías petroleras directamente sobre la formación también tuvo su correlato y se intensificó en los últimos años. Son varias las firmas que tienen programas de becas para estudiantes, pero la Fundación YPF (FYPF) es una de las que más trabajo tuvieron sobre las universidades petroleras, de hecho formó la red de la especialidad.

Santiago Bellomo, gerente de Educación de la FYPF, destacó la necesidad de incentivar la formación terciaria. La industria demanda profesionales con alta calificación, algo que resulta difícil de conseguir.

Por otra parte, Bellomo señaló que se busca favorecer la formación \'in situ\', es decir que la apuesta es instalar las carreras alrededor de las áreas productivas y evitar el desarraigo de los estudiantes, uno de los factores del desgranamiento.

Sin embargo, pese a los atractivos de la industria y al pleno empleo de los egresados, el incremento de los ingresantes a las carreras de ingenierías en el país fue sólo de alrededor del 10%, cifra que alcanzó para terminar de colapsar de estudiantes las universidades públicas, ya que en los primeros años de Ingeniería en la UNC hay materias que llegan a dictarse en siete módulos por la falta de aulas.

Algo similar ocurre en la localidad de Añelo, donde el boom de Vaca Muerta no sólo trajo progreso a la ciudad sino también un crecimiento caótico que afectó a la instituciones, tanto educativas como de salud.

Una situación particular se da en la Ecuela 350 que, ante la falta de docentes, debido a la demora del Consejo Provincial de Educación (CPE) en crear los cargos en una escuela, los mismos directivos son quienes se pusieron a dar clases.

Desde el año pasado, el establecimiento creció su matrícula, producto de la influencia de Vaca Muerta. En la actualidad cuenta con 315 alumnos, 55 más que el año pasado, cuando asistían alrededor de 260.

La falta de maestros se debe a que algunos tienen que viajar grandes distancias y llegan tarde. Otros directamente no pueden radicarse en la localidad debido a los altos precios de los alquileres.

El problema se presentó en un primer grado del turno tarde y en tercer grado del turno mañana. Son alrededor de 50 chicos que nunca tuvieron clases durante este año, y es por eso que los mismos directivos tuvieron que dar clases. (Redacción Vaca Muerta News, con información de medios regionales)