La depreciación del precio del crudo que ha tenido lugar en las últimas semanas ha llevado a las grandes petroleras a revisar sus presupuestos para ajustarse al nuevo entorno. Así, muchas de ellas ya se han puesto a calcular el precio mínimo por el que su actividad continuaría siendo rentable.

En el caso de Exxon Mobil, su presidente y director ejecutivo, Rex Tillerson, ha señalado que compañía podría soportar la caída de los precios incluso si el petróleo se hundiese hasta los 40 dólares por barril. “Los grandes proyectos son inversiones a largo plazo que han sido diseñados para poder llevarse a cabo dentro de un amplio rango de precios, concretamente entre los 40 y los 120 dólares por barril“, ha asegurado el directivo.

Sin embargo,Tillerson considera que los bajos precios del crudo obligarán a las diferentes empresas petroleras a centrarse en lo básico del negocio. “Es importante controlar el dinero, asegurar las inversiones, ser muy disciplinado y, entonces, buscar oportunidades que puedan aparecer en una situación como la actual”, afirma.

El descenso del petróleo, en el que el Brent ha perdido casi un 38 por ciento desde junio, ha dado paso a preocupaciones de que parte de la producción de esquisto se volverá poco rentable y podría generar problemas entre algunos participantes del sector.

Así, el presidente de Exxon considera que la fuerte caída de los precios servirá para reordenar el sector del esquisto. “Hay muchas personas entrando en este sector. Algunas son buenas, pero otras no son tan buenas, habrá cierta reordenación”, añade.

Fuente Energia16