El Gobierno de la Provincia denunciará ante la Justicia a la familia Campos Maripe por los “hechos patoteriles” sucedidos el sábado 19 de julio, cuando los gobernadores Jorge Sapag y Daniel Scioli, junto con el presidente de YPF, Miguel Galuccio, fueron interceptados en “forma violenta por un grupo de personas encabezado por Albino Campos” durante una recorrida por el yacimiento Loma Campana.

Así lo anunció el lunes 21 de julio el ministro de Seguridad, Gabriel Gastaminza, quien dijo que la Fiscalía de Estado está realizando los escritos, y entre el martes y miércoles iniciará acciones judiciales en la esfera penal y civil, para la que contarán con “el antecedente de más de 20 denuncias realizadas por particulares y empresas en la comisaría de Añelo contra esta familia, por usurpación, daños, amenazas y bloqueos de caminos”.

Gastaminza indicó que el accionar de estas personas los tomó por “sorpresa”, ya que aseguró que un grupo de empleados del Gobierno encabezado por el secretario de Coordinación de Interior, Jorge Lara, hace cuatro meses inició una serie de encuentros con miras de destrabar el conflicto.

El ministro exhibió la documentación que acreditan que la familia Campos arrendaba 4 hectáreas en la zona de Añelo desde 1940 y aseguró “que no existen pruebas de que ese grupo de personas sean mapuches”, tal como ellos aducen. Desde que se firmó el acuerdo YPF-Chevron, se presentan como comunidad Campo Maripe, con respaldo de la Confederación Mapuche.

En los archivos del Ministerio de Agricultura de la Nación existían documentos donde se indicaba que Pedro Campos, de nacionalidad chilena, ocupaba las tierras con su familia, compuesta por su mujer Celmira Maripe y sus 9 hijos.

Según detalló Gastaminza, en 1953 su mujer continuaba con el pago por el pastaje, y en 1964 la hija de ambos, Aurora Campos de Gatica, se hace cargo de ese alquiler y en 1971 lo renueva.

“Desde esa fecha hasta el 2013 no hubo más presentaciones formales, hasta que se presentó el abogado Jorge Adrián García Gaab diciendo que era el apoderado de la familia, pero incluso en esa presentación esta gente nunca habló de ser una comunidad mapuche”, explicó Gastaminza.

Consideró que “estas actitudes violentas son al solo efecto de buscar un rédito económico” y destacó que la Provincia “siempre reconoció al pueblo mapuche”.

Desde la Confederación Mapuche se emitió un comunicado en el cual indicó que ante “la llegada de los responsables de la creciente contaminación y quiebre comunitario y cultural mapuche, al mismo lugar de los hechos, lo mínimo que las autoridades de la comunidad y de la confederación esperaban era un saludo protocolar a los históricos dueños de la tierra”.

“Sin embargo, lo único que se hizo presente, fue el refuerzo de guardias privados y policías, aumentando la angustia de las familias”, describieron en el documento, donde luego aseguraron que fueron a saludar a los funcionarios y que se llevaron una sorpresa cuando estos se “resistieron” y luego un “vehículo aplastó el pie de un integrante mapuche”. (La Mañana de Neuquén).