Desde la profundización del desarrollo masivo no convencional de Vaca Muerta, la relación entre fracturas hidráulicas y sismos comenzó a interesar a geólogos y especialistas que vienen estudiando el incremento de la actividad sísmica en áreas de explotación gasífera y petrolera.
Una de las áreas más conocidas es Fortín de Piedra, operada por Tecpetrol. Desde el 2018, temblores de distinta intensidad se comenzaron a sentir en la localidad de Sauzal Bonito, a pocos kilómetros del área. Para algunos, el origen de los sismos, está asociado a una falla geológica en el borde suroeste del Embalse Los Barreales, mientras que otros estudiosos asocian directamente el incremento de la actividad sísmica en Vaca Muerta con el desarrollo masivo de fracturas hidráulicas.
Esta es la posición del géografo Javier Grosso, docente e investigador de la Universidad Nacional del Comahue, que asegura que la relación entre factura hidráulica y sismos ya se demostró en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y China y, para monitorear la situación, propone la instalación de un sistema de semáforos sísmicos.
“Nosotros no negamos que hay una activación de un subsuelo, como puede ser en la falla dorsal Huincul, pero todos los sismos en Vaca Muerta tienen profundidades de 3 o 4 kilómetros. La formación Vaca Muerta está a 2500 metros, donde se desarrolla el tramo horizontal. En Sauzal Bonito y Añelo, se han producido sismos con profundidades menores a 6 kilómetros”, explicó en declaraciones radiales.
“El INPRESS ya señala que hay una gran cantidad de sismos a 3 y 4 kilómetros de profundidad, son los sismos más bajos del país, incluso más bajos que en zonas de placas tectónicas como San Juan. Los elementos son muchos para asociar la fractura hidráulica a los sismos”, agregó al programa Vaca Muerta News. “Yo sugiero algo bastante claro: no me voy a poner en el absurdo de detener el fracking, pero es necesaria la semaforización sísmica. Es algo que ha dado resultados y es una manera en que el Estado regula la actividad”, precisó.
“El semáforo sísmico implica que si tu operadora detectó en la cercanía una cierta cantidad de sismos de tal intensidad, se lo tiene que anunciar a la autoridad de control, que establecerá un semáforo. Si son menores a 2 grados, como pasa en Alberta, Canadá, seguís operando. Pero si están entre 2 y 4 grados, tenés que detener tus operaciones e informar a la autoridad competente. Ysi son superiores a 4 grados, tenés que informar si vas a espaciar las fracturas, si vas a hacerlo en mayor tiempo o bajar la presión de inyección. Es algo que tenés que informar y contar con un plan de operaciones”, agregó Grosso al programa Vaca Muerta News Radio.
“Si es superior a 4 grados, tenés que detener las operaciones hasta que la autoridad te diga que está dadas las condiciones. Eso tiene un sentido para zonas donde hay una mayor cantidad de habitantes y también tiene un sentido para lo que pasa ahí abajo, en la formación. Por ejemplo, el año pasado, en Bajada de Añelo, Shell tuvo veinte sismos en seis días y lo obligaron a detener operaciones. Ahí abajo, se conectaron pozos unos con otros y el Estado provincial y operadoras perdieron plata. Si un pozo cuesta 9 millones de dólares, no querés que se conecte con otro y se pierdan los dos pozos", ejemplificó el géografo.
El investigador de la UNCO recordó que en Sauzal Bonito hay dos sismógrafos funcionado. “Se instalaron en enero de 2019, que fue un momento muy crítico para Sauzal Bonito y sus alrededores, con una gran cantidad de sismos. Fue entonces cuando se instaló un sismógrafo en Añelo y otro en Sauzal Bonito”, recordó.
“Luego hay una red un poco más amplia que la tienen investigadores del Instituto de San Juan, sin acceso más amplio, pero que van generando información. Nosotros, con otros compañeros de la Universidad del Comahue y becarios posdoctorales de otras universidades, venimos investigando hace un tiempo sobre la potencial relación entre la cantidad de sismos, la aparición de sismos, el surgimiento de eventos sísmicos en una zona que no era sísmica y su coincidencia con la fractura hidráulica, el fracking”, dijo.
“Esto nos llevó a hacer un cruzamiento de datos desde hace dos años, de la localización de los sismos, según el INPRESS y según una ONG chilena. Al cruzar esa información nos encontramos casi en una matriz de comportamiento muy fuerte, cada vez que había un sismo, estaba fracturando un pozo a no más de 10 kilómetros o había dejado de hacerlo hace poco tiempo. Eso fue algo que con el tiempo se fue viendo más claro. Así monitoreamos casi 200 sismos en una zona que no había sismos con anterioridad”, dijo.
Consultado sobre si el origen de los sismos puede coincidir también con la construcción de represas, Grosso dijo que “en mi caso de geógrafo, puedo decir que las represas pueden ser inductoras de sismos. A una zona con peso X le sumás Cerros Colorados, Mari Menuco y Los Barreales y estás sumando muchos kilómetros cúbicos de agua y que están embalsados ahí. Eso tiene un peso y puede generar una reacción, pero lo importante es que hay dos sistemas de represas que están monitoreadas: Piedra del Aguila y Cerros Colorados. En el Chocón no habían colocado acelerógrafos (para medir los sismos) porque es una zona sísmica reducida”.
“En el caso de Cerros Colorados, no tiene diez años, ni cinco y estuvo durante 30 años con un volumen de agua que ha cambiado y no se detectaron sismos que indicaran e hicieran señalar el peso de agua como inductor, pero desde 2015, empezaron las perforaciones en las zonas cercanas a Sauzal Bonito y las posteriores fracturas", repasó Grosso.
“Allí se desarrolló Fortín de Piedra, el principal yacimiento de gas no convencional, que hizo su pase a desarrollo masivo en noviembre de 2018. Y entre noviembre de 2018 y marzo de 2019, mientras fracturaba Fortín, en un récord total para aquel momento, se produjeron 30 sismos, a no más de 10 kilómetros de los pozos que estaban fracturando", detallo el geógrafo. “Es decir, es correcto decir que los embalses son inductores de sismos, pero no hubo sismos antes de 2018 y la coincidencia espacial y temporal de las operaciones de fractura de Tecpetrol, a partir de noviembre, inicia una seguidilla de eventos sísmicos que en enero de 2019 llegó a 30 sismos de variadas intensidad”, repasó.
Otro sismo el lunes
El lunes 7 de junio, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpress) registró un nuevo sismo cercano a la localidad de Sauzal Bonito. El temblor fue 3,5 de magnitud y a 7 kilómetros de profundidad. El movimiento telúrico se produjo a las 14.24 horas en un punto ubicado a 99 kilómetros al oeste de Neuquén capital y a 29 kilómetros al norte de Cutral Co.
Desde la Red Geocientífica de Chile señalaron que los pobladores de Sauzal Bonito detallaron que el sismo fue percibido de forma leve a moderada y advirtieron que sintieron un sonido similar a un estruendo momentos previos al movimiento del suelo que fue causado por las ondas primarias de alta frecuencia.
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