Mediante el Plan Gas 4, el gobierno nacional buscará impulsar las inversiones y desarrollos gasíferos en la Cuenca Neuquina, para planificar un horizonte sin complicaciones para el 2021.
El programa de estímulo a la producción gasífera establecerá un precio subsidiado de 3,50 dólares el millón de BTU, con un horizonte a cuatro años. Ese valor -junto con el barril criollo a 45 dólares- permitiría, por un lado, un moderado repunte para la industria hidrocarburífera en los próximos meses e impedir el desplome de la producción de gas que se producirá si no se vuelven a perforar pozos.
En la actualidad Vaca Muerta y las formaciones tight presentan un diverso portafolio de proyectos con variado grado de avance.
El más destacado es el yacimiento Fortín de Piedra, operado por Tecpetrol, que llegó a inyectar hasta 17,5 millones de metros cúbicos. El desarrollo del área se frenó tras las diferencias con el gobierno de Mauricio Macri por el pago de los subsidios de la Resolución 46 y las restricciones de demanda mercado local en los meses más calurosos del año, pero tiene todas las condiciones para seguir creciendo.
La segunda área en importancia, según consigna la nota de Cristian Navazo publicada en LM Neuquén, es Aguada Pichana Este, que está en manos de la operadora francesa Total y que llegó a producir 4,2 millones de m3 diarios en febrero, antes de que la pandemia del coronavirus derrumbara la demanda doméstica de gas.
El Orejano (desarrollo que llevan adelante YPF y DOW), es un pequeño bloque ubicado entre Añelo y Rincón de los Sauces que se convirtió en el primer desarrollo gasífero en Vaca Muerta, también ha mostrado buenos resultados. Debido a las condiciones del mercado de gas, el año pasado la producción del área fue limitada y se suspendió la completación de los nuevos pozos.
Pluspetrol también apuesta al gas y asociada a YPF, tiene un piloto exploratorio en La Calera, un bloque en la venta de gas húmedo de Vaca Muerta que ya arrojó resultados muy optimistas y que promete ser el próximo gran desarrollo gasífero del shale si se dan las condiciones de negocio. La importante presencia de líquidos es uno de los principales condimentos del área.
Por el lado de Pan American Energy (PAE) ha colocado pozos con buen caudal de producción en Aguada Pichana Oeste-Aguada de Castro, donde ya completó su piloto exploratorio. El área produjo 1,5 millones de m3 en febrero.
YPF también tiene perspectivas en el bloque La Ribera Bloque I, donde produce casi 900 mil m3 y planea alcanzar un plató de producción de 2 millones de m3 en la próxima década.
ExxonMobil, por su parte, ha logrado importantes avances en los bloques Pampa de las Yeguas y Los Toldos I Sur.
Por otro parte, más allá de Vaca Muerta, Neuquén también tiene áreas que aún cuentan con recursos de formaciones tight que pueden incrementar la producción gasífera, como El Mangrullo, (operado por Pampa Energía) o los yacimientos de YPF Rincón del Mangrullo, Río Neuquén y Loma La Lata-Sierra Barrosa.
Cabe recordar que Neuquén aporta el 55% del total del gas doméstico, seguida por Santa Cruz con casi 10%, otra de las provincias en condiciones de incrementar su producción en los próximos meses.
Reactivación
En la actualidad, la Compañía General de Combustibles (CGC) fue una de las primeras petroleras en reactivar las perforaciones de gas tras la parálisis de los equipos que se produjo en marzo por el coronavirus.
La empresa que domina la actividad en la Cuenca Austral puso en marcha una plataforma en Santa Cruz para continuar el desarrollo de los recursos de tight gas. Lo decidió luego de que el Gobierno destrabara el pago de los beneficios de la Resolución 46 y comenzara a dar señales al sector para estimular las inversiones.
CGC realizó 2000 kilómetros de sísmica 3D que permitió elaborar un buen portafolio de prospectos a perforar, mientras evalúa si ingresará o no en el mediano plazo al Plan Gas 4.
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