Antes de que terminara el año el área energética del gobierno de Cambiemos sufrió la segunda modificación y Javier Iguacel renunció a su cargo como secretario para dejarle el lugar a Gustavo Lopetegui.
La decisión, que era previsible para algunos sectores, dejó en manos de una virtual “mesa chica” liderada por el presidente Mauricio Macri para tratar los temas energéticos en el áis, en un contexto donde se discuten los subsidios al gas, el precio del crudo y el futuro de los valores en la nafta.
Según precisó el diario Perfil, la decisión de designar a Lopetegui es para establecer un diálogo directo con los principales referentes del ámbito petrolero.
En esa “mesa chica” por peso, historia y relevancia en los mercados, se sentarán pocos: Miguel Gutiérrez, titular de YPF y uno de quienes peor se llevaba con Iguacel y Aranguren; Marcos Bulgheroni, el accionista de la mayor petrolera privada, Pan American Energy; y Paolo Rocca, el titular del Grupo Techint, accionista de Tecpetrol, la principal inversora en el yacimiento no convencional de Vaca Muerta.
Todos ellos tienen vínculo directo con el Presidente, pero en estos tres años siempre hubo instancias intermedias, que ahora serán salteadas en el vínculo con Lopetegui.
Uno de los temas que se tratará será el del precio subsidiado del gas en Vaca Muerta y el monto de los fondos que se utilizarán para sostenerlo. Este 2018, el Gobierno giró US$ 1.000 millones para estimular las inversiones en el área, pero ese monto quedó en la mira de Dujovne y se prometió en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, reducirlo.
Según el Presupuesto 2019 establece bajarlo a US$ 700 millones. Iguacel se oponía y fue uno de los puntos en conflicto, que incluso será puesto sobre la mesa porque también enfrenta a los Rocca con los dueños de PAE, la familia Bulgheroni, uno de los gigantes que sufren el crecimiento de Techint en la producción de gas.
En cuanto al precio del petróleo sigue dando vueltas en el Gobierno la idea de implementar algún tipo de precio sostén para el barril de crudo, como el que terminó rigiendo durante el kirchnerismo. Tras una caída del 40% en el precio internacional, las petroleras locales ven caer sus ingresos y prevén despidos. Un precio sostén implicaría validar también surtidores más caros.
Otro de los ítems que se deben analizar en el corto plazo es ver qué pasará con el valor de los combustibles, si llegara o no a haber un precio diferencial, o si se buscara acompañar el descenso de la variante Brent, que llegó a valer US$ 80 y hoy ronda los US$ 55.
Compartinos tu opinión