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Mendoza avanza con la explotación no convencional de hidrocarburos

En Malargüe, el gobierno de Mendoza defendió la explotación de las áreas de Vaca Muerta y aseguró que no habrá contaminación de napas freáticas.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

El Gobierno de Mendoza defendió la actividad de extracción de hidrocarburos por fractura hidráulica denominado fracking frente a 200 asistentes y 20 oradores, que se convocaron en una audiencia pública realizada en el Sur. La elección del lugar no fue fortuita, sino que tuvo que ver con que la formación no convencional de Vaca Muerta está ubicada en ese departamento.

Desde el gobierno mendocino aseguraron que no hay riesgo de contaminación y que la técnica se utiliza en todo el mundo.

Lo dijo el titular de la Secretaría de Ambiente, Humberto Mingorance, después de concluida la audiencia pública que se realizó el jueves 28 de diciembre en Malargüe. Fue el paso previo a la publicación del decreto oficial que reglamentará la actividad.

La fractura hidráulica o fracking es una técnica que permite extraer el llamado gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca, a gran profundidad.

Luego de perforar hasta alcanzar la roca de esquisto, se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para fracturar la roca y liberar el gas, metano. Cuando el gas comienza a fluir de regreso lo hace con parte del fluido inyectado a alta presión.

La fracturación hidráulica no es nueva. En el Reino Unido se utiliza para explotar hidrocarburos convencionales desde la década del 50. Pero sólo recientemente el avance de la tecnología y la perforación horizontal permitió la expansión a gran escala del fracking, especialmente en EE.UU., para explotar hidrocarburos no convencionales.

Según el secretario de Ambiente de la provincia, Humberto Mingorance, "el fracking es una actividad que ya se viene realizando", pero no había un decreto reglamentario que regulara el procedimiento, y éste es el objetivo del Gobierno antes de la licitación de las nuevas áreas: aclarar dudas sobre posible contaminación de las napas freáticas, que es un tema que la actual gestión de gobierno descarta.

Más de 450 personas participaron a fines de diciembre de la audiencia pública por el proyecto de decreto de reglamentación de la evaluación de impacto ambiental para la exploración de hidrocarburos no convencionales.

Según el funcionario de Ambiente, "la contaminación de los acuíferos por realizar este procedimiento es un mito. Pudo haber pasado en algún país, pero acá la distancia entre las napas freáticas es de más de 2.000 metros y hemos tomado todos los recaudos para que esta actividad no impacte negativamente en el ambiente".

Además, a este argumento le sumó que cuentan con el aval del Departamento General de Irrigación, que es considerado el "gobierno del Agua" en la provincia.

Y agregó: "En cualquier caso que exista una posibilidad de riesgo de contaminación, el Ejecutivo no va a aprobar el proyecto de estimulación hidráulica", con referencia al fracking.

El funcionario destacó también que a pesar de no haber sido excluyente la realización de una audiencia pública, el Gobierno quiso llevarla adelante para extremar los cuidados antes de emitir el decreto del Poder Ejecutivo.

También explicó que no es necesaria la realización de una DIA (declaración de impacto ambiental) para las áreas que ya están siendo explotadas, sino de un procedimiento menor, denominado "aviso de proyecto", para dar cuenta de los mecanismos y resultados de las actividades que se están efectuando.

"Hay que hacer estudios previos; es tan sensible el tema pero es como cualquier actividad industrial", dijo el secretario Mingorance, y agregó que prefirieron que las partes interesadas dieran su punto de vista al respecto, porque al no ser habitual el proceso hay que evacuar todas las dudas.

Mingorance contó que a la audiencia asistieron varias organizaciones y organismos tanto a favor como en contra del proyecto. Pero que se desarrolló con total normalidad y sin discusiones.

"No lo hemos hecho solo desde la Secretaría de Ambiente, han participado los funcionarios, la Unidad de Enlace de la Legislatura, la fundación CRICYT, a través de ocho científicos. Más los técnicos del Poder Ejecutivo", señala el diario Uno.

A los expositores del proyecto se les concedieron diez minutos a cada uno para hablar, mientras que los oradores tuvieron dos minutos para expresarse.

Brindaron su opinión personas de distintos sectores, como los sindicatos de la industria petrolera, comunidades de pueblos originarios, ambientalistas, técnicos, abogados, geólogos, sociólogos, empresas de la actividad, vecinos de Malargüe y políticos, entre otros.

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