Por Darío Hernan Irigaray
Es difícil no pensar en Vaca Muerta como una oportunidad para estar mejor, para poder lograr tener una mejor vida, con un mejor trabajo, viviendo en una provincia que ofrece un marco maravilloso de naturaleza, más allá de los recursos que atesoran sus entrañas.
Pensar en vivir en Vaca Muerta, es más que estar mejor, es llegar a una región de lagos, ríos, nieves, una cordillera increíble llena de espacios para disfrutar, para recorrer, donde la magia de los paisajes nos permitirá desconectarnos a pocas horas de donde vivamos.
Neuquén es una provincia muy cosmopolita, con una joven historia de un poco más de 100 años, conformada por personas, familias, trabajadores, estudiantes, niños, adolescentes, que llegaron desde distintas latitudes del país y el mundo.
Sus habitantes están siempre bien predispuestos a charlar, a dar una mano, a orientarnos, a contarnos su experiencia, porque seguramente lo mismo vivieron cuando llegaron a estas tierras, donde muy pocos son nacidos y criados, NIC como suelen decir, y eso hace que sea un lugar único para crecer y desarrollarse.
Donde uno mira, analiza, encuentra una necesidad, y eso hace que profesionales y emprendedores, de todas las regiones, vean una oportunidad, la posibilidad de crecer sin una fuerte competencia, con la chance de equivocarse y aprender del error, de manejar otros tiempos, de no tener una competencia feroz, sino, todo lo contrario.
Al igual que hace 20 o 30 años, Neuquén crece, en sus inicios a lo largo, y hoy también en altura, con sus centenares de nuevos edificios construidos y en construcción, sobre todo en Neuquén capital, donde se percibe una gran ciudad, que aún necesita organizarse, que no detiene su crecimiento, y cuesta en demasía su planificación.
Ciudades como Plottier o Centenario, lindantes a la capital, siguen sus pasos, sumando nuevos desarrollos inmobiliarios, infraestructura, hospitales, escuelas, donde todo nunca parece alcanzar, como históricamente fue la provincia de Neuquén, yendo atrás de la demanda, con la dificultad de planificar, y un futuro muy prometedor.
Es increíble apreciar como los habitantes de cada provincia de Argentina ven una oportunidad en Vaca Muerta, leen, buscan, miran, se interiorizan, algunos se animan a llegar y ver con sus propios ojos, observar, que actividad pueden desarrollar, idear, y comenzar a pensar de alguna manera a sumarse a este gran motor de desarrollo.
La llegada de un nuevo año nos hace pensar que podemos hacer para estar mejor. Seguramente en el brindis de fin de año muchos deseos incluirán en su frase la palabra Vaca Muerta, porque muchos desean conseguir un nuevo y mejor trabajo, por que muchos seguramente anhelan concretar un nuevo emprendimiento, crecer, desarrollarse, buscar un nuevo lugar para vivir con su familia.
Hoy Vaca Muerta es sinónimo de esperanza, de ilusiones posibles, de sueños realizables, de expectativas alcanzables, de deseos de un futuro mejor, de anhelos de crecimiento, progreso y desarrollo.
¡Esperamos los mejores augurios para este nuevo año 2019 que está por llegar!
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