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Una empresa que creció lavando equipos de la actividad petrolera

Una firma neuquina se especializó en el lavado de fierros y para eso diseñó una hidrolavadora especial que puede ser trasladada a los yacimientos. Además, sumaron tecnología para el tratamiento del agua residual.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

El lavado de equipos y vehículos es uno de los trabajos habituales de la actividad petrolera. Gracias a controles más exigentes y a la toma de conciencia, las empresas ya lo incorporaron como parte de su protocolo, sobre todo a la hora de los traslados por rutas provinciales o nacionales.

Valpob es una empresa familiar neuquina que en los últimos años se ha especializado en este servicio con la venta, reparación y alquiler de hidrolavadoras para el sector.

“Una hidrolavadora parece una herramienta chica, pero es poderosa y trabaja con corriente de 380 voltios, lo que implica un riesgo para quien la opera si llega a tener contacto con el agua. Por eso nuestro servicio es integral, primero damos un curso técnico para el personal y luego lo instalamos”, explicó el gerente de la empresa Javier Valdez, a un medio regional.

Otro aspecto importante es la recuperación del agua de lavado. “Trabajamos con un grupo de gente que dependía del EPAS y que sabe cuál es el tratamiento que se le debe dar. Lamentablemente, salvo en los lavaderos debidamente habilitados, el agua se deja en piletas, en algunos casos se lleva a disposición final y en otros mejor ni pensar”, comentó y agregó que con el tratamiento adecuado se puede destinar a riego o reutilizar en el proceso de lavado.

En general las hidrolavadoras que se usaban en los yacimientos estaban diseñadas para el uso en el lugar, pero con una empresa ubicada en San Francisco, Córdoba, se logró diseñar equipos que además de ser fuertes resultaran fáciles de trasladar.

La empresa, de la cual dependen diez personas, tiene 26 hidrolavadoras propias para alquilar y trabajan con empresas de servicios y operadoras como PAE e YPF. “Es difícil para una pyme prestar servicios en un yacimiento por la cantidad y variedad de requisitos técnicos y administrativos que se exigen, pero fuimos creciendo año tras año”, indicó Valdez al diario “Río Negro”.

El próximo paso será trasladarse desde la base ubicada en el oeste de Neuquén capital a un predio de 4.000 metros cuadrados en el Parque Industrial de Centenario.

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