Por Darío Hernán Irigaray

YPF despide a 1500 personas y se escucha decir “lo que pasa es que el gobierno de Macri no sabe hacer las cosas, no entienden nada”, y yo la verdad no puedo creer eso, quiero creer que son personas inteligentes, no tan buenas negociando, que ésta acción no es más que una extorsión para lograr bajar el costo laboral.

Si uno se quiere poner a negociar con alguien, no hay nada mejor que golpearlo, desgastarlo, para llegar a una posición de ventaja, y ésta es una actitud muy empresarial, muy apropiada para un gobierno conformado por ex directivos de empresas, que de esto entienden y saben cómo hacerlo.

Ahora el problema es que de la otra esquina se encontraron con un peso pesado, como lo es Guillermo Pereyra, quien hoy además de cumplir su rol de Senador Nacional y presidir la comisión de energía, es el líder indiscutible del gremio petrolero desde hace más de 30 años, y las ha vivido todas.

Hoy nos hallamos en un escenario complejo, donde si el gobierno nacional no comienza a consensuar con mayor velocidad, los problemas sociales que se están generando se les irán de las manos.

Cabe recordar, que en un pasado no muy lejano, se cerraron los grifos de gas aquí en Neuquén, y en la ciudad de Buenos Aires tuvieron que cerrar estaciones de servicios de GNC, parar algunas industrias, y pudieron ver la fuerza de un gremio, que más allá de un paro, tiene la fortaleza de pararse a un país para pedir por lo que les corresponde.

Neuquén es una provincia energética, brinda a la Argentina petróleo y gas, hidroelectricidad, energía térmica, está trabajando firme en el desarrollo de parques eólicos, y desde Nación hablan de Vaca Muerta como un proyecto nacional, aunque aún ningún presidente se animó a visitar estas tierras. Si, ni Cristina, ni Mauricio, llegaron aún.

Me pregunto: ¿Le tienen miedo a una Vaca Muerta?

Hablan de millones de inversiones que no llegan, aunque es entendible que sea así, si luego de un año de idas y vueltas, no se definen las reglas claramente, sobre el costo del gas o el barril de petróleo, intentando que todo lo maneje “el mercado”, como si fuera una receta mágica, que no contempla a las familias que se quedan sin un sustento económico.

Es cierto que los costos de perforación de un pozo no convencional en Estados Unidos es hasta un 30% menos que en Argentina, y esa diferencia se la adjudican en gran parte al costo laboral, cuando en el país del norte los aportes no llegan al 20% y en nuestro país supera ampliamente un 55%, sin dejar de lado aguinaldos, aportes especiales y todos los agregados que se escuchan habitualmente, para compensar una inflación que aun no se puede controlar.

No se entiende como un gobierno permite la importación a tal nivel que supere la escasa producción nacional, poniendo en riesgo refinerías y puestos de trabajo. “El Mercado” lo resolverá aseguran, como si fuera un oráculo milagroso y la receta para todo.

Pasó otro año en Neuquén de esperanza trunca, sin definiciones, sin saber que se vendrá en 2017, aunque muchos dicen que el gas será la salvación, pero aún no se define un plazo cierto para que se pague 7.50 dólares por millón de BTU. Neuquén pide 5 años, lo cierto que el 31 de diciembre vence este precio, y a días, aún no se define. ¿Estarán esperando que el universo les indique que valor deberá ser?

Pensando en vos alta, si se importa gas a 10 dólares, pagando el servicio de costosos buques regasificadores, trayendo gas de otros continentes, como puede ser a que quienes lo sacan de esta tierra no le paguen lo mismo incluso, hasta que se revierta la situación y se deje de importar.

Si aseguran que, recién se revertirá en 5 años la situación, que mejor que motivar la explotación nacional con un valor más que interesante. Pero parece que la decisión pasa por un gobierno que decide qué valor le pone al precio de un producto.

Tenemos que pensar el futuro energético de Argentina, todos, gobierno y oposición, y hacer un compromiso en conjunto, a 10 o 20 años, no puede ser que un ministro y un presidente decidan cual es el valor del gas, el barril de petróleo y las naftas en los surtidores.

Como se discute Ganancias, se tendría que discutir qué futuro queremos con respecto a la explotación de hidrocarburos en Argentina y hasta donde abarca la potestad de los recursos provinciales, donde “son de las provincias pero la nación arbitrariamente dice cuánto valen”.

Solo veo hipocresía, si lo define el mercado todo, deberían liberar todo entonces. Que Neuquén diga cuánto vale su gas, y cuanto vale su petróleo, si quiere vender o no, si prefiere guardar para tiempos mejores, pero no es así.

La verdad espero que empecemos a ser un país más serio, pero cuando hablamos de seriedad tiene que ser de verdad y no a medias.

Si una empresa petrolera de bandera como YPF despide a 1500 personas antes de las fiestas, no se puede entender como una acción impostergable, que no se logró poner en marcha los 31 equipos que tuvieron supuestamente parados durante un año, solo se puede deducir como una extorsión, pero con la persona menos indicada.