Luego de un fin de semana con una serie de partidos desbordados de público, con falta de protocolos y con incidentes de gravedad, llegó el final menos deseado: marcha atrás y prohibición de la presencia de los hinchas en todos los estadios de la provincia de Neuquén.
Sin embargo, ésta semana se había decidido aplicar un máximo de 500 entradas por partido. Quedando descartada la posiblidad de contar con el 30% de la capacidad.
Esa decisión incluso complicaba las finanzas de los clubes, que en muchos casos subsisten gracias al corte de entradas. La historia podía terminar peor, y así fue. Según fuentes a las que tuvo acceso NQN3, la decisión la habría tomado el Consejo Federal y desde este fin de semana los partidos serán a puertas cerradas.
Algunos dirigentes ya manifestaron la gravedad del hecho porque económicamente les será imposible encarar el resto del torneo con todas las categorías. Es por ello, que manifestarán su desacuerdo entre semana, con el deseo de poder revertir la situación.
Lo cierto es que las malas organizaciones y los violentos le quitaron quizás lo más lindo que tiene el fútbol: los hinchas genuinos.
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