La provincia de Neuquén destacó el crecimiento de la actividad hidrocarburífera y terminará el 2024 con más de 400 pozos perforados. Así lo adelantó el ministro de Energía y Recursos Naturales, Gustavo Medele, quien señaló que “la capacidad de producción de la cuenca, más los ductos de evacuación que se están formando, van a demandar un crecimiento”.

“Es posible que terminemos rápidamente en los próximos años en 800 pozos por año”, indicó y consideró que el cambio que representa pasar de 400 a 800 pozos “no puede ser lineal”. “Tenemos que buscar modelos de optimización”, aseveró el funcionario en una rueda de prensa celebrada el miércoles 18 de diciembre.

Medele agregó que “la infraestructura que se necesita para desarrollar la actividad hidrocarburífera debe venir acompañada de la inversión de las operadoras”, aseguró el funcionario al trazar un panorama sobre el primer año de la gestión y expresó los objetivos y perspectivas del gobierno provincial para 2025.

Destacó que los fondos por regalías que recibe la provincia por la explotación de los hidrocarburos deben generar “un flujo para que se pueda seguir sustentando la provincia con los nuevos desarrollos” cuando el recurso no renovable se agote.

Sobre la necesidad de la inversión privada para desarrollar la infraestructura para el sector, Medele recordó que ese debate se dio en las mesas de Vaca Muerta. “De ahí salieron una serie de iniciativas que en este momento se están plasmando y se están trabajando para poder, ya temprano en el 2025, comenzar un plan de prioridades que la industria va a definir”, indicó y agregó: “Seguramente va a haber rutas, redes eléctricas, generación eléctrica y todo lo que tiene que ver con el soporte a la actividad de la industria”.

Ley Bases

Al ser consultado sobre si desde el gobierno hay conformidad respecto de cómo quedó redactada la Ley de Bases y su reglamentación, Medele consideró que “hay un punto clave para la provincia que tiene que ver con la posibilidad de tener exportación en firme”.

“Para una empresa que no puede vender su producto, que tiene una oferta constante y, sin embargo, la demanda no es constante, es muy difícil invertir. Más especialmente en proyectos petroleros que tienen inversiones de largo plazo y de recupero también de largo plazo”, explicó.

Comentó como un aspecto positivo de la reglamentación “la posibilidad de poner un contrato en firme de largo plazo y que la secretaría de Energía tenga 30 días para decidir sí o no, y si no se pronuncia queda firme”. “Todavía quedan reglamentar algunos puntos de ese proceso, pero entendemos que ya el espíritu es un cambio radical”, dijo.