El gobierno nacional prevé que el gasoducto Néstor Kirchner, la mayor obra de infraestructura estatal, debería estar operativo el próximo 20 de junio de 2023. De concretarse, permitirá incrementar la capacidad de transporte de gas en 24 millones de m3 diarios y evitará onerosas importaciones del fluido que dejaron vacías las arcas del Banco Central, como ocurrió en este invierno.
En ese sentido, la principal misión de la secretaria del área, Flavia Royón, es la principal auditora para que no se produzcan demoras, inconvenientes, ni ningún incidente que permita ingresar al primer día invernal del 2023 sin tener el gasoducto en marcha.
Su oficina ha comenzado a realizar reuniones semanales de seguimiento de la obra en la que participan el subsecretario de Hidrocarburos Federico Bernal; el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti y representantes de la empresa Energía Argentina, y del ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
Federico Bernal explicó a la prensa que “la coordinación bien fina en esta mesa es vital para los cambios en marcha en el sistema de transporte, incluso en nuevos proyectos de distribución. Y se analizan las incidencias del programa Transportar.Ar”
El Programa Transport.Ar tiene como objetivo ejecutar las obras necesarias para promover el desarrollo, el crecimiento de la producción y el abastecimiento de gas natural, y propone, sustituir las importaciones de GNL y de gasoil o fueloil que se utilizan para abastecer la demanda prioritaria y las centrales de generación térmica. Esas importaciones, entre otros factores no menores, explican la caída de reservas del Banco Central que genera distorsiones en el mercado cambiario de difícil resolución.
Para el abogado santacruceño Agustín Gerez, titular de ENARSA, la empresa estatal encargada de la construcción del gasoducto, hay que discriminar entre la posibilidad de transportar gas y la finalización total de la obra, señala la nota de Antonio D´Eramo en Noticias Argentinas.
En Enarsa, los técnicos de Agustín Gerez, que trabajó durante un lustro bajo las ordenes de Julio De Vido cuando el arquitecto conducía el ministerio de Planificación Federal, explicaron a NA que, “seremos implacables si no se cumple lo firmado. Si existen incumplimientos en los contratos, vamos a desplegar todos los instrumentos que tenemos para garantizar el cronograma. Además, estos contratos tienen carácter jurídico, cuentan con el respaldo de la Justicia”.
Los funcionarios se refieren al apartado Nª 55 del pliego de licitación aprobado por el que se realizó la adjudicación del primer tramo que correrá desde la cuenca de Vaca Muerta en Neuquén hasta Salliqueló en la provincia de Buenos Aires.
Allí se leen los montos de las multas y penalidades por incumplimientos de los contratistas. “ Multa por demora en la entrega de las obras en condiciones Apto para Funcionar (APF) Cuando el Contratista no entregue las obras en condiciones apto para funcionar dentro del plazo estipulado en este Pliego, ENARSA podrá aplicar una multa equivalente al 0,050% del monto total del Contrato por cada día de demora”
Y, también, “ Multa por entrega tardía de las obras para recepción provisoria total Cuando el Contratista no entregue las obras dentro del plazo estipulado en este Pliego para la recepción provisoria total, ENARSA podrá aplicar una multa equivalente al 0,022% del monto total del Contrato por cada día de demora”. Además, se prevén multas por mora en la ejecución de las obras.
Cerca del ministro de Economía Sergio Massa explican que las empresas contratistas, BTU, TECHINT, Sacde, saben que “por cada día de atraso serán multados en torno a los 100.000 dólares diarios. Mientras que si entregan las obras en condiciones antes del 20 de junio, pueden ser beneficiadas con 100.000 dólares diarios. Por lo que no es sólo una cuestión de abogados y demandas. Existe un incentivo económico para que nada falle”.
Demoras en algunas contrataciones claves
La luz roja del panel que monitorea las obras en la oficina de Flavia Royon se encendió en el ítem de la licitación de las válvulas que se necesitan para operar el gasoducto y que viene retrasada en su ejecución.
Son necesarias 140 válvulas para el correcto funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner. Una obra que básicamente consiste en una conducción de tuberías por las que gases combustibles, circulan a alta presión desde un punto de origen hasta un centro de distribución. Se construyen enterrados en zanjas a una profundidad habitual de un metro y hasta dos metros, dependiendo del terreno y la seguridad.
Ahora bien, las válvulas son tan vitales e importantes como los caños para un gasoducto que no puede prescindir de ellas porque, por razones de seguridad, las normas de todos los países establecen que a intervalos determinados se sitúen válvulas en los gasoductos, mediante las que se pueda cortar el flujo de gas en caso de algún incidente, como la falta de presión por una fuga del fluido.
Además, si el gasoducto es muy largo, como el Néstor Kirchner, puede ser necesario situar estaciones de compresión a intervalos, así como cables de fibra óptica, para la transmisión de la información y la detección de fugas de gas en la tubería, estaciones de emergencia, equipos contra incendios y caminos para poder acceder al lugar de la fuga de gas.
Ahora bien, según informó el portal econojournal.com.ar hasta el momento la Comisión Evaluadora que analizó las ofertas recomendó que se adjudique la provisión de 30 válvulas a la firma Worcester de Argentina. Las cinco ofertas restantes fueron declaradas inadmisibles y en Enarsa están buscando la manera de resolver la adquisición de las 110 válvulas restantes. (Noticias Argentinas).
Compartinos tu opinión