Luciano Fucello, Country Manager de NCS Multistage analizó la realidad de Vaca Muerta y destacó el nivel de eficiencia en la explotación no convencional de hidrocarburos, desde su lanzamiento hasta la fecha.
Además, vaticinó que la reciente puesta en marcha del Oleoducto Trasandino y la pronta inauguración de Gasoducto Néstor Kirchner, permitirán aumentar en un 10% la evacuación de gas y petróleo, pero advirtió que la industria se encuentra ante nuevos problemas con restricciones a las importaciones y la falta de sets de fractura y equipos de perforación.
En una entrevista a Vaca Muerta News Radio, Fucello recordó que uno de los indicadores para medir la actividad y la futura producción de hidrocarburos, es la cantidad de etapas de fractura que se hacen. “En este momento, estamos en 1.169 etapas por mes. Es un nivel alto, desde que arrancó la actividad en el 2010 y no han parado de crecer las etapas por mes”.
“Ahora bien, es un nivel alto, pero según las proyecciones del año pasado, cuando las empresas cerraron su actividad en 2023, deberíamos estar en 1.400 etapas de fracturas por mes. Estamos un poco más abajo, por diferentes situaciones y, principalmente, los cuellos de botella que tenemos, que tienen que ver con la evacuación de la producción, ya que los caños que sacan el petróleo y el gas de Neuquén están llenos”.
“Ya se abrió el oleoducto trasandino y, en un mes y medio, el Gasoducto Néstor Kirchner, que aumentará en un 10% la capacidad de evacuación que hoy tiene Vaca Muerta en gas, que irá a parar a los centros de consumo y reemplazar a los barcos de GNL”, dijo.
Para Fucello hay también otras restricciones concretas que impiden el despegue de la producción del shale. “Algunas son muy básicas, relacionadas a la importación de insumos y otras más complejas, como equipos de perforación y sets de fracturas”.
En este sentido, Fucello dijo que “hoy en día hay ocho sets de fractura, que son los equipamientos de alta presión que terminan fracturando y terminando los pozos y esto impacta en la producción de Vaca Muerta. Están los ocho a máxima capacidad y las empresas están hablando de cómo sacarles más jugo a estos ocho sets, ya que, en lo pronto, no hay vistas que haya uno más. Es decir, se ve qué hacer con lo que se tiene”.
“A mi criterio, en el día a día, se está haciendo más difícil mantener la operación, debido la falta de insumos básicos como válvulas o pistones. La visión del corto plazo es que se espera mantener la actividad. En el caso del oleoducto trasandino, que tiene una capacidad de evacuación de 50.000 barriles por día, permitirá reordenar la producción para llenar ese caño y la actividad debería incrementarse en el corto plazo. Ese es el panorama actual”, resaltó el Country Manager de NCS Multistage.
“Por otra parte, es innegable que la actividad está alta. Uno ve en Neuquén camiones, movimiento y contratación de gente. Y a la hora de contratar más personal es escaso el recurso y de hecho Vaca Muerta está quitando personal a otras industrias, como la construcción. Lo mismo pasa con las camionetas y otros insumos. Si querés alquilar una, además de que los precios han subido, no hay camionetas, ni generadores. Lo que se ve que el equipamiento que ya estaba en Neuquén, se está aprovechando a su máxima capacidad”, dijo.
Para Luciano Fucello, la capacidad instalada, puede incrementarse. “Potencial hay, faltan financiación y condiciones. Y en un año electoral, donde la incertidumbre es grande, muy probablemente el empresariado le esté poniendo un freno, de ver dónde se invierte, por lo menos, en las empresas de servicios”.
“En el caso de las empresas operadoras, hay diez empresas que están operando en Vaca Muerta, principalmente YPF, con mas del 50% de la actividad. Si uno ve el perfil de empresas, se trata del empresariado nacional: YPF, asociadas con otras firmas, Pan American Energy, Tecpetrol, Pluspetrol, Pampa Energía. Las empresas internacionales, por fuera de YPF, representan una pequeña parte. Solamente este año, la única empresa internacional que ha tenido actividad es Total y fueron 200 etapas, en estos cuatro meses que pasaron. Shell, Exxon, Chevron, por fuera de YPF (con las que están asociadas en algunas áreas), no han hecho una sola etapa de fractura”, advirtió.
“Esto también marca que Vaca Muerta, a mi criterio, hoy es un juego argentino, para bien o para mal. Las empresas internacionales han traído el know how, con equipos de ingeniería globales que intercambian información y manera de hacer las cosas, que terminan enriqueciendo en los países en que operan. Las empresas nacionales también han avanzado muchísimo, pero de alguna manera se está perdiendo esa conexión de Vaca Muerta con el mundo”, dijo Fucello.
“Por suerte, la productividad de Vaca Muerta es increíble. Y el trabajo que han hecho los técnicos a lo largo de estos años, es algo para aplaudir, desde que se inició Vaca Muerta, no paró de crecer la productividad y la eficiencia. Todo eso, es trabajo del personal, a pesar de los diferentes gobiernos que atravesaron la historia de Vaca Muerta. Y esto es bastante reciente: llevamos diez años de producción, cuando el shale, en Estados Unidos, tiene más de veinte”, comparó.
En referencia a nuevas tecnologías, Fucello dijo que nos estamos desconectando un poco del mundo. “Hemos evaluado casos en Estados Unidos o Canadá, donde hay nuevas tecnologías de adquisición de datos y se están pensando en refracturas. A estos pozos, antes de abandonarlos, se les hace una nueva fractura, a muy bajo costo y se extiende la vida útil. Además, se está pensando en la recuperación mejorada, cuando el pozo dio todo el petróleo y el gas, para seguir sacándole jugo con inyección de CO2 o agua. Estamos un poquito atrás en ese sentido”.
“Pero no a nivel eficiencia. En Vaca Muerta, el trabajo que se ha hecho es para destacar. Hoy en día se bombean 20 de 24 horas del día, mientras que, en Estados Unidos, tienen 24 horas bombeando, el bombeo continuo que le llaman. Igualmente, 20 horas, es muy bueno”, resaltó.
Consultado si el aumento de la capacidad de transporte del gas o petróleo al doble o el triple, se corresponderá con puestos de trabajo, Fucello dijo que “el potencial de hacerlo, está, lo que faltan son inversiones. Lo que tiene el no convencional y Vaca Muerta, es que se trata de capitales intensivos. Los pozos son muy productivos, se repagan muy rápido, pero también declina muy rápido la producción. Entonces, para mantener esa producción o aumentarla, hay que invertir e invertir y una vez que empezaste a hacerlo, no podés parar. Porque el día que pares, la producción cae”.
“El problema es más macroeconómico y de acceso al financiamiento, de inversión y confiabilidad en Argentina, que algo técnico. Está comprobado que los caños se pueden llenar y hay recursos. ¿Pero quién pone la plata?, ¿de dónde la saca?, ¿Y a qué financiamiento?. Y hay que tener en cuenta que, a diferencia de hace unos años, donde hubo un boom de Vaca Muerta en Wall Street y muchas empresas vinieron del exterior, porque había confianza en el país, a nivel macroeconómico, de estabilidad, hoy en día no se tiene”, dijo. “Hoy Argentina está en el radar, pero se está mirando qué va a pasar, quién va a venir de presidente y seguramente, cuando asuma el próximo 10 de diciembre, la confianza no será instantánea”, agregó Fucello.
“Esa es la gran diferencia del 2015, donde hubo un crecimiento rápido. Recuerdo que hubo un decreto que permitía la importación de equipos usados, porque el equipamiento que había en Argentina, no alcanzaba. Se pudo traer equipamiento usado y hubo un salto cuantitativo. Hoy estamos viendo un incremento paulatino, constante y que va en ascenso, pero de acá que se pueda duplicar la producción en un tiempo muy corto, no sé”, opinó.
“Creo que va a haber otro tipo de cuello de botella, como el equipamiento. Como dije con anterioridad, los ocho sets de fractura y los cuarenta equipos que hay, están al máximo. De hecho, uno de los sets en una de las compañías tuvo mucha eficiencia y se quedó sin pozos para completar. Es decir que tuvieron que bajar un poco la velocidad, porque no hay equipos de perforación suficiente, para acompañar esa velocidad de fractura. Tienen que ir los dos a la par”, señaló Fucello.
“Todavía hay muchas incógnitas a resolver. No de la parte de productividad o técnica. Incluso los recursos humanos o la infraestructura, que también pueden entrar en estas dudas. La incertidumbre más grande es la estabilidad, quién financiará esto. El centro del no convencional, es el capital intensivo que tiene que salir de algún lado y que no se puede parar de invertir, para mantener la producción, hay que seguir invirtiendo”, cerró Luciano Fucello.
Compartinos tu opinión