El perfil de los futuros profesionales preocupa a la industria petrolera. Si bien el talento y las capacidades de los egresados argentinos gozan de prestigio internacional, las universidades comenzaron a preguntarse cómo se deben preparar ante los desafíos que plantea Vaca Muerta.

Un equipo de investigación del Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA) presentó en la conferencia anual de la SPE en Amsterdam (Holanda) los resultados de una investigación en la que indagaron sobre las consideraciones del sector respecto de las cualidades y las falencias del egresado de las carreras vinculadas la industria hidrocarburífera.

En el informe publicado por el diario “Río Negro, se consultó a graduados del área para poder reconstruir el perfil actual de los egresados vinculados a los hidrocarburos.

Entre los puntos a favor se destaca la alta consideración de las capacidades del graduado independientemente de la universidad de la que haya egresado. También hay un conocimiento técnico de base muy bueno, sobre todo en reservorios y, además, se reconoce la rapidez de adaptación a nuevos productos tecnológicos.

Entre las debilidades salieron a superficie temas puntuales como la simulación numérica y la necesidad de profundizar en geomecánica. Se remarcaron falencias en la formación sobre temas centrales en la actualidad petrolera como las nociones de seguridad y lineamientos medioambientales.

El análisis también aconseja la necesidad de incrementar la práctica de los estudiantes durante el desarrollo de la carrera de grado. Para eso se plantea promover nuevos convenios entre las universidades y las operadoras, recomendando avanzar en contenidos vinculados a las nuevas técnicas que exige el shale.

YPF no sólo es la principal operadora del país sino que además lleva adelante los mayores desarrollos no convencionales fuera de América del Norte. Tiene un fuerte vínculo con las universidades nacionales; incluso, a través de la Fundación YPF (FYPF), creó la red de universidades petroleras. La medida se funda en un doble interés: apoyar la formación de excelencia para capturar a los mejores profesionales y generar las condiciones de formación de los profesionales en Argentina.

En cuanto a la matrícula de estudiantes, si bien aumentó en el último tiempo, la tasa de egresados continúa siendo baja. Entre el 2008 y el 2013 el número de ingresantes a las carreras de Ingeniería en Petróleo creció un 150%. Pero el número de graduados continúa representando aproximadamente un 2% del total de estudiantes que cursan esa carrera en ese mismo año.

La duración de la carrera atenta contra el número de egresados. Según Santiago Bellomo de la Fundación YPF, los estudiantes de ingeniería en el país tardan en promedio 8,2 años en terminar la carrera. Pero al tratarse de un promedio existen casos en los que el número se eleva a 13 años. Esto es definido como un contratiempo para una industria que quisiera contar con profesionales en plazos mucho más cortos que los que indica ya el plan teórico

En Estados Unidos las carreras son más cortas. Esto permite un contacto más temprano con la práctica pero quita solidez a la formación, algo que luego se completa con especializaciones.

En contrapartida, en Argentina los egresados salen con mayores conocimientos pero los procesos de adaptación práctica son más extensos y corren por cuenta de las empresas.