Néstor Villalba cumplía su primer día de trabajo en la noche del 4 de octubre. De 40 años, era oriundo de Salta y había sido contratado por la firma Metalúrgica Pesada para realizar un trabajo para La Estrella, contratista de la operadora YPF.

Estaba realizando tareas de soldadura en una pileta de tratamiento de lodo, cuando un compañero, por razones que se intentan establecer, encendió la maquinaria y la paleta que mueve el lodo arrastró al trabajador y le provocó la muerte.

Referentes políticos, gremiales y de la comunidad mapuche se manifestaron el lunes 6 para repudiar el trágico hecho, que encuentra otros cuatro antecedentes en el año 2014.

Por un lado, la comunidad Campo Maripe, que se encuentra en proximidades del yacimiento y reclama parte de esas tierras, informó del hecho a pocas horas de ocurrido y publicó imágenes del momento en el que la ambulancia trasladaba el cuerpo del operario. También denunció que en un primer momento el hecho quiso ser ocultado.

También fuentes de la investigación relataron a “Río Negro” que transcurrieron unas dos horas desde que ocurrió el hecho hasta que se dio aviso a la fiscalía y que, al llegar al lugar, la escena parecía haber sido intervenida.

El domingo quedó imputado en la causa el trabajador que, se presume por los testimonios recabados el fin de semana, habría accionado la máquina que terminó con la vida de Villalba.

Quien también manifestó su enojo fue el secretario general del gremio petrolero, Guillermo Pereyra. "La muerte pone en evidencia lo que venimos denunciando permanentemente: la falta de medidas de seguridad" y advirtió que se evaluarán medidas de fuerza para actualizar el reclamo que "no está dando resultados".

Pereyra explicó que “las piletas, que están en los yacimientos sea convencional o no convencional, tienen aletas inmensas porque tienen que remover entre 30 y 40 metros cúbicos de lodo. Imagínese la fuerza, se tendrían que haber bloqueado”.

El dirigente contabilizó que van tres muertes de trabajadores de la industria en las últimas dos semanas, y cuestionó por ellas a las empresas, que realizan controles deficientes.

“En dos semanas llevamos tres muertos. En la ruta volcó un camión y murieron dos compañeros, uno del sindicato de camionero y otro nuestro. La gente está recargada de trabajo, no pude seguir así. Falta personal, no ingresa gente y evidentemente esto trae como consecuencias este tipo de cosas”.

Y completó: “En este año ya son cuatro los muertos. El otro fue un caso en el mes de enero en Rincón de los Sauces. Estas cosas ocurren en nuestra actividad cuando no se toman todos los recaudos para que no ocurran”.

Quien también se manifestó al respecto fue la legisladora provincial Beatriz Kreitman, diputada de CCARI, que dijo que “no solo fallan los controles para evitar la contaminación del ambiente sino que las medidas de seguridad no son suficientes, porque se suceden hechos que se cobran la vida de los trabajadores petroleros".

La legisladora pidió que se arbitren las medidas adecuadas de manera urgente, para proteger la vida de los trabajadores. (Foto: Comunidad Campo Meripe).