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Loma Campana: los pozos devuelven 30% más de crudo en menos tiempo

Se los denomina “sweet spot”, (punto dulce). Es la zona más productiva de Vaca Muerta y la perla de la formación.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

Según los técnicos de YPF, dos son los aspectos que convierten a una región en un sweet spot: por un lado, la naturaleza porosa, permeable y de alto contenido orgánico de la roca madre y también se evalúa su presión (en Vaca Muerta es muy alta), la mineralogía y la saturación de agua.

En el yacimiento de Loma Campana Oeste hay 17 equipos de perforación, decenas de grúas, varios equipos de fractura y cientos de trabajadores, en lo que YPF denomina "sweet spot", literalmente "punto dulce".

Esta zona es la más productiva de Vaca Muerta, la perla de la formación y donde la petrolera estatal tiene depositada toda su expectativa para el corto plazo. En esos 120 kilómetros cuadrados, se realizarán unos 300 pozos.

Según consigna Roberto Aguirre en el suplemento de energía de “Río Negro”, cada pozo de esa porción de Loma Campana devolverá al final de su vida un 30% más de petróleo que las perforaciones promedio: de 221.000 barriles se pasó a una proyección de 293.000.

Y, esto es lo más destacado, lo hará de una forma mucho más acelerada en sus primeros años de vida. Esto permite recuperar la inversión mucho más rápido, un ítem fundamental para una industria tan capital intensiva como la petrolera.

El petróleo que se genera en Vaca Muerta es de un color amarillo pálido, casi blanco, lo que revela su bajo peso y por consiguiente su mejor condición para fluir una vez abierta la roca mediante la fractura hidráulica.

Pero además viene con un agregado: según YPF, es alto GOR, acrónimo de gas oil rate (proporción de gas sobre petróleo). Es que a medida que se avanza hacia el oeste, se llega a la ventana de gas de la formación. Y cada metro cúbico del fluido que se recupere es más dinero que se le saca al pozo.

Según los técnicos de YPF, dos son los aspectos que convierten a una región en un sweet spot: por un lado, la naturaleza porosa, permeable y de alto contenido orgánico de la roca madre y también se evalúa su presión (en Vaca Muerta es muy alta), la mineralogía y la saturación de agua.

Finalmente, existe un indicador que en general termina por definir a los geólogos: la presencia de fracturas naturales en la roca madre, que promueven una mayor conductividad. El problema es que no se aprecian vía sísmica 3D, sino que hay que perforar y hacer un perfilaje para encontrarlas.

Luego de que la naturaleza aporta lo suyo, hay que evaluar las variables humanas. Y aquí se empieza a evaluar la calidad de la completación de un pozo, es decir qué capacidad de fracturar se tiene y cuánto puede crecer esa fractura.

Desde YPF se cree que en Loma Campana hay dos sweet spot, otro que podría serlo en el corto plazo y un cuarto que es promisorio, pero que aún no están las condiciones económicas dadas para poner la mira allí. (Río Negro).

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