El gobernador Jorge Sapag manifestó su contrapunto con las autoridades nacionales y los cambios que se pretenden hacer en la nueva ley de hidrocarburos. “No hay ruptura; tenemos puntos de fricción”, dijo en un contexto en el que mantiene gruesas diferencias sobre el marco regulatorio que impulsa el CEO de YPF, Miguel Galuccio.

Tras la inauguración de la Casa de las Leyes en la capital, el viernes 25 de julio, el mandatario, dijo que “estoy siempre atento y abierto al diálogo. Pero como lo planteó el presidente de YPF en términos de discusión, yo no estoy abierto a mucha discusión, no voy a discutir mis convicciones”, aseguró Sapag en una rueda de prensa, pocas horas después de haberlo planteado en un discurso durante el aniversario de Senillosa.

En la misma línea, afirmó que “en algunos temas hay consenso y en algunos hay disensos. Pero si después uno dice “yo pienso que esto debe ser A y el otro dice que tiene que ser Z”, no hay manera de seguir discutiendo”.

Sucede que en el gobierno neuquino recibieron de pésimo humor el proyecto que trascendió el jueves 24, en donde las empresas provinciales quedarían sin chance de acceder a reservas de áreas en el futuro y en el que se elimina el acarreo, una de las formas con la que participa GyP en buena parte de sus asociaciones con otras operadoras que invierten en Neuquén.

Cabe recordar que los mandatarios provinciales han estado trabajando en un borrador que presentarán a Nación y que apunta a que se respeten los acuerdos vinculados al rol de las empresas provinciales.

Este es uno de los puntos principales de fricción, ya que la nueva ley impulsada por Galuccio y a que cuenta con la venia de las principales empresas petroleras, apuesta a quitarle protagonismo, con la eliminación del “carry” (que permite a las empresas provinciales ingresar en sociedades sin hacer desembolsos a cambio de ofrecer un área para explorar) y menor recaudación por impuestos, que perjudicaría a las arcas provinciales.

Otros de los puntos que están en discusión son los plazos de concesión por más años para los proyectos no convencionales; presupuestos mínimos de seguridad ambiental o el precio del barril del petróleo, que cotiza en el precio internacional a 100 dólares pero se cobra sobre el valor en boca de pozo, aproximadamente de 70 dólares.

“Estamos esperando una respuesta a nuestras observaciones, pero si la posición se mantiene inalterable, el único lugar donde se discuten las diferencias entre provincias y Nación, que yo sepa, es el Congreso”, dijo el gobernador neuquino.