En la visita al yacimiento Loma Campana, Vaca Muerta News dialogó con Pedro José Barrionuevo, trabajador de YPF con una gran experiencia. “Soy de Tucumán y llegué al sur cuando me recibí de Ingeniero Eléctrico y me vine a trabajar a la zona”, expresó.

“Desde hace 20 años que trabajo en un campamento petrolero y vengo de estar en otras áreas, sobre todo en Rincón de los Sauces. Desde hace cinco meses que estoy trabajando en el proyecto de Vaca Muerta”, contó a los medios presentes.

“La verdad es una emoción muy grande trabajar en YPF y un desafío muy importante, el de trabajar en Loma Campana”, agregó.

—¿Por qué un desafío?

—Porque esto, comparado con otras áreas,se ve todos los días un crecimiento. Hay movimientos de muchos equipos, movimiento de mucha gente. Creo que es el proyecto energético que saca a Argentina adelante.

Pedro contó que antes de llegar a Vaca Muerta trabajó en Rincón de los Sauces y Catriel. “Estuve abocado a la parte de producción de plantas y mantenimiento”, dijo.

—¿Cuál es tu tarea específica en Loma Campana?

—Soy jefe de servicios auxiliares. Soy responsable de la construcción de los caminos y de las locaciones para los equipos de torre.

—¿Cómo es vivir en esta zona?; ¿cómo hacen para almorzar, duermen acá?

—Particularmente, yo vivo con mi familia en Cipolletti. Trabajo de lunes a viernes, venimos a la mañana, en camionetas o colectivos de la compañía. El trabajo es de campo, mi parte es gestión de contratos y comemos acá en el pueblo, en un hotel, con todas las comodidades. La rutina arranca a las seis de la mañana, hasta las siete u ocho de la noche.

Barrionuevo aclaró que cuando trabajaba en En Rincón de los Sauces también lo hacía de lunes a viernes, pero se quedaba en la ciudad hasta el último día de la semana y regresaba luego a su casa. “Al principio costó. Tengo cuatro hijos: Nahuel de siete, los mellizos de un año y medio y mi hija de cuatro años”, dijo.

—¿A qué hora estás volviendo a tu casa?

—El horario es hasta las cinco de la tarde, pero depende de la necesidad, vuelvo entre las seis y las siete.

“Es un lindo momento volver a la noche, cerrar el día, ayudar a los chicos con algo de la escuela, cenar y dormir temprano, para arranca a las seis. Me levanto a esa hora y arrancamos seis y media o siete menos cuarto, hacia Añelo”, indicó.

—¿Es un trabajo duro?

—No lo tomo como duro. Más que eso es un desafío.

—Siempre se habla de que los petroleros van al campo y se quedan muchos días...

—La ventaja de este proyecto respecto a otras áreas, como Rincón de los Sauces, es la cercanía con Neuquén y Cipolletti. Uno puede ir y volver todos los días a su casa y estar con la familia. Eso es importante.

—¿Qué cantidad de personas tenés a cargo?

—A cargo, directamente cuatro personas. Pero después hay todo un equipo complementario de otros sectores: contratistas, tengo como doscientas personas a cargo.

—¿Los contratistas hacen diferentes cosas?

—Yo tengo la construcción de caminos, el estudio de suelos, donde se hacen las locaciones nuevas. Y hay otras empresas que se dedican a otras actividades.