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Problemas en la localidad petrolera

Denuncian contaminación del río Neuquén y sismos en Sauzal Bonito: Vecinos piden respuestas

Autoconvocados reclaman ante la pérdida de calidad del agua, la falta de regulación en la extracción de recursos y la indiferencia de las autoridades locales. Además, señalan la vandalización de un sismógrafo local, resaltando la necesidad de visibilizar la situación y obtener respuestas concretas.

Sauzal Bonito, una localidad afectada por los impactos de la industria petrolera en Vaca Muerta, alza la voz ante las problemáticas. Andrés Durán, un vecino de la ciudad, habló con Vaca Muerta News Radio sobre la probable contaminación del río Neuquén y los sismos recurrentes que sacuden la tranquilidad de la comunidad.

"Hemos armado un grupo llamado Vecinos Autoconvocados para visibilizar lo que está pasando con el tema del agua, los sismos y cómo afecta a nuestras vidas en el campo", expresó Durán. La problemática, según él, va más allá de la percepción de la comunidad, abarcando la calidad del agua, la falta de regulación y el desinterés de las autoridades locales.

El primer impacto que resalta Durán es la pérdida de calidad del agua. Hace más de una década, se instaló una pequeña red que, con el tiempo, empezó a arrojar hidrocarburos por las canillas. Un problema que no solo afecta a los residentes de Sauzal Bonito, sino que tiene consecuencias para todo aquel que se nutre del río Neuquén.

Durán señaló un hecho alarmante: "Aguas arriba, a 20 kilómetros, tenemos dos asentamientos, Mangrullo Sur y Mangrullo, operados por petroleras como YPF, Pampa Energía o Tec Petrol, que extraen agua directamente del río para sus operaciones. No hay control, no sabemos quién supervisa esto".

La falta de información y el desinterés de las autoridades locales son patentes. "Cuando planteamos la necesidad de una planta potabilizadora, nos dijeron que era muy cara. La provincia más rica del país dijo que no puede instalar un equipo de potabilización de agua", enfatizó Durán.

La situación se agrava con la presencia de sismos recurrentes. "En el año pasado tuvimos 37 episodios en 24 horas. Sumado a eso, la falta de información y el desinterés de las autoridades nos genera estrés y problemas de salud", afirmó.

En cuanto a la falta de regulación, Durán explicó: "No queremos que se pare la industria, no queremos que se pare la actividad. Lo que nosotros estamos preguntando y diciendo es, ¿Por qué no se regula? ¿Por qué no se controla? ¿Por qué no se han hecho estudios de impacto ambiental?"

La denuncia de la comunidad no es reciente. Durán mencionó que presentaron informes a la organización ambientalista FARM, que logró frenar la instalación de una planta de extracción de minerales en la zona. Sin embargo, las denuncias judiciales no han tenido éxito hasta el momento, quedando estancadas en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La problemática alcanzó tal magnitud que incluso la instalación de un sismógrafo local fue vandalizada. "Llegaron a caballo a destruirlo. Esto demuestra que hay alguien que no quiere que se sepa lo que está pasando", finalizó con Vaca Muerta News Durán.

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