En su disertación, resaltó cómo la región está bien posicionada para convertirse en uno de los actores clave en la producción de petróleo y gas a nivel global, a pesar de los desafíos logísticos y económicos que enfrenta el país.
Ramos-Peon destacó que, a pesar de los incrementos en los costos de perforación y producción, que actualmente rondan los 13 millones de dólares por pozo en Argentina, la productividad en Vaca Muerta ha permitido compensar estos gastos.
Según el consultor, el precio de equilibrio para generar retornos del 10% al 15% para los operadores se sitúa en torno a los 40 dólares por barril, lo que hace que el desarrollo de Vaca Muerta siga siendo competitivo en los mercados internacionales.
Además, subrayó la importancia de un entorno político más estable y favorable para la inversión extranjera en Argentina, lo que ha contribuido a atraer más capital y equipamiento hacia el país.
Explicó que, a medida que la industria petrolera en Estados Unidos muestra una menor elasticidad frente a los precios del crudo, se abre una oportunidad para trasladar equipos y recursos hacia el sur, beneficiando el desarrollo de Vaca Muerta.
En cuanto al futuro de la producción de petróleo en la región, Ramos-Peon estimó que, en escenarios optimistas, la producción diaria podría alcanzar los 1.200.000 barriles, siempre y cuando se mantenga el apetito por la inversión y se continúen desarrollando infraestructuras clave.
Asimismo, mencionó que se espera un aumento considerable en la producción de gas en Argentina, proyectando que el país podría alcanzar una capacidad de 20 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL) por año en el mediano plazo, lo que lo convertiría en un jugador importante en el mercado energético internacional, particularmente en Asia y Europa, donde la demanda de energía sigue en aumento.
Finalmente, Ramos-Peon concluyó que Argentina está apenas en las primeras etapas de lo que puede ser un crecimiento exponencial en su industria energética. Destacó la enorme oportunidad que representa Vaca Muerta, siempre y cuando se logren superar los desafíos actuales y se mantenga la competitividad a nivel global.
En resumen, la visión de Alexandre Ramos-Peon para Argentina y Vaca Muerta es optimista, posicionando a la región como un área clave en el futuro energético mundial si se toman las medidas adecuadas para fortalecer la infraestructura y atraer inversiones.