El Ministerio de Economía aprobó los Lineamientos para un Plan de Transición Energética al 2030, que demandará inversiones entre US$ 10.000 y US$ 14.000 millones, a través de la resolución 1036/2021 de la Secretaría de Energía, publicada hoy en el Boletín Oficial.
La misma destacó que desde Economía se ha venido trabajando en la formulación e implementación de seis objetivos de política económica para caracterizar una estructura productiva que sea inclusiva, dinámica, estable, federal, soberana y sustentable.
“Dado que la matriz energética en Argentina contribuye de manera decisiva en la configuración de su estructura productiva y así actúa como vector central del desarrollo económico argentino, la política económica y la política energética deben tener un enfoque integral y articulado”, indicó el Ministerio que conduce Martín Guzmán.
En consecuencia señaló que “es por eso que en el marco de dicha visión de política económica, se han establecido seis objetivos de política energética para la transición, para caracterizar una matriz energética que sea inclusiva, dinámica, estable, federal, soberana y ambientalmente sostenible”.
Al respecto el Plan de Transición Energética al 2030 sostiene que “el sistema energético debe contribuir a mejorar la calidad de vida de la población de nuestro país disminuyendo progresivamente los costos de su matriz energética”, y precisa que “esto implica garantizar el acceso universal y equitativo a servicios energéticos modernos y de calidad a todos los hogares, independientemente de su ubicación geográfica y de la condición socioeconómica”
Asimismo, plantea que “esto requiere asegurar la asequibilidad de los servicios energéticos, atendiendo, especialmente, a la situación de los sectores socioeconómicos más vulnerables, incorporando la visión sobre las desigualdades de género”.
También postula “lograr el autoabastecimiento energético, mediante la utilización plena de los recursos más abundantes, disponibles y valiosos, de las cuencas onshore y off shore”, y destaca que “el desarrollo de las potencialidades gasíferas como fuente de energía principal en todo el proceso de transición, puede reemplazar combustibles líquidos en toda la región y como materia prima básica para la producción de hidrógeno azul etapa previa conveniente en el tránsito de nuestro país hacia el uso pleno de energías ambientalmente sostenibles”.
“De esta manera, Argentina contribuirá también a los procesos de transición de la región y del mundo, mediante exportaciones de gas natural, o su variante GNL, colaborando en la descarbonización global”, afirma el Plan. (Télam).