De la obra, cuyos primeros trabajos se iniciaron a principios de 2019, participaron 56 personas y demandó una inversión de más de 7 millones de dólares, sumado al desafío de llevarla adelante durante el contexto de la pandemia de coronavirus.
Esta inversión se enmarca en el compromiso de la empresa de operar en forma sustentable, segura y responsable, siendo líder en innovación y sostenibilidad.
La tecnología del filtro de mangas, de clase mundial, tiene la capacidad de captar material particulado diez veces mayor de lo que se logra con el electro-filtro, quedando en rangos muy por debajo de las referencias de emisión legales a nivel nacional e internacional.
Asimismo, el sistema de funcionamiento deja de depender del suministro eléctrico y sus respectivas variaciones, lo que permite sea una tecnología de mayor confiabilidad y eficiencia.
Además, trabaja a mayores temperaturas de entrada que el electro-filtro, lo que permitirá la disminución del consumo de agua en aproximadamente un 50 por ciento.
“El cambio de tecnología genera una mejora en el desempeño ambiental en la fábrica, reduciendo significativamente el nivel de emisiones de material particulado y el uso de agua, en el marco de la mejora continua de las operaciones, lo que genera beneficios ambientales, sociales y económicos en la zona", afirmó el gerente de la planta, Ariel Bacci.
"Con esta obra generamos un beneficio de triple impacto a nivel local, implementando las mejores prácticas tecnológicas a nivel mundial, demostrando nuestro compromiso y posicionamiento como líderes en materia de sostenibilidad dentro de la comunidad zapalina”, concluyó.