El vicepresidente de Ingeniería SIMA, Diego Manfio, destacó la construcción de un oleoducto de 105 kilómetros de extensión entre las provincias de Río Negro y Neuquén, que impulsará Shell Argentina, Techint e Ingeniería SIMA a nivel local.
“Esta es una obra muy importante a nivel de infraestructura. La producción de Vaca Muerta sigue hacia adelante y las vías de evacuación de la producción que se genera en la provincia, necesitan de estas obras que, en este caso, es un oleoducto que se conecta al sistema de Oldelval para evacuar el crudo de esa zona cercana a Sierras Blancas (área operada por Shell), al sur de Loma de La Lata, generando una nueva zona caliente de Vaca Muerta que evacuará crudo por este nuevo oleoducto”, dijo en declaraciones radiales.
Manfio recordó que el control de la obra lo tiene Techint. “Es un 70% para Techint y el 30% restante para SIMA. Nosotros nos abocaremos más a la cabecera y la recepción en Allen, en Oldelval y en seis válvulas intermedias y Techint en la propia ejecución del ducto y todo lo que conlleva el proyecto lineal”, resaltó.
Ante la pregunta de cómo ha impactado en la región esta obra, Manfio dijo que “se generó una gran expectativa, porque generará muchos puestos de trabajo, no solo directos, sino a través de subcontratistas y demás, todo lo que se derrama en la zona y nosotros vamos a poner todo lo que podamos nuestra impronta local”, agregó al programa Vaca Muerta News Radio.
“Además, esta obra atraviesa dos provincias. Se inicia en Neuquén y termina en Río Negro, atravesando varias comunidades, en 105 kilómetros de trayecto. Hay una gran expectativa de trabajo, que dignifica al hombre, con trabajo privado e inversiones, que Argentina necesita y tiene que valorar”, dijo Manfio.
Consultado sobre cuánto tiempo demandará la obra, el titular de Ingeniería SIMA afirmó que “el total del contrato está planteado en poco más de un año, en 390 días. Hay fases de ingeniería, de planificación, de compra de materiales y la puesta en construcción. La ejecución, será entre 9 y 10 meses”.
En referencia a la mano de obra que se necesita, Manfio afirmó que “hay mucha gente capacitada afectada al proyecto y hay personal con distintas especialidades de calificación. La Cuenca Neuquina lo tiene todo y hay gente en la zona. Mayormente va a ocuparse esta obra con gente de la zona y ahí vamos a poner nosotros nuestra impronta, en la medida de lo posible. Hay muchas especializaciones de todo tipo que se podrán realizar, como soldaduras específicas, protección catódica, manejos de corrosión o revestimiento. Habrá muchas tareas de todo tipo”.
Manfio destacó la alianza con Techint en esta obra. “Trabajamos en conjunto en Fortín de Piedra, en Tecpetrol y tenemos una relación de toda la vida. Ellos allí hicieron el rol de ejecutores y nos confiaron dos o tres plantas. Teníamos una confianza ganada y una cosa te lleva a la otra. Por eso, cuando Shell nos invitó a la licitación, la unión con Techint fue natural, buena y no nos costó, porque teníamos mucho trabajo hecho”, graficó.
“Además, para las empresas de la zona, nuestra competitividad existe por estar acá, por tener bajos costos, ser locales y contar con gente en logística, viáticos, lo que nos permite ser competitivos”, resaltó Manfio.
Consultado sobre qué otros proyectos están desarrollando, Manfio afirmó que “en la Cuenca Neuquina hay una gran cantidad de operadoras. Ahora estamos trabajando con la operadora Shell, pero habiendo tantas empresas como Pan American, YPF, Vista Oil&Gas o Total, esto nos permite desarrollarnos con cada uno de los clientes en distintas actividades. Nosotros estamos más que nada en producción, en obras de infraestructura que se necesitan para producir el petróleo, es otro palo de la industria y nos desarrollamos en eso, con muchos clientes. Esto nos permite mantenernos. Siempre esperamos esta fase de desarrollo o madurez de los proyectos pilotos y que se puedan hacer inversiones más grandes”, indicó el vicepresidente de SIMA.
Cómo transitó la pandemia Ingeniería SIMA
El titular de Ingeniería SIMA se refirió al impacto de los dos años de pandemia en la firma y afirmó que “hubo cambios de turnos, de esquemas de equipos de trabajo, que van a continuar, diagramados en turnos más planificados en cuestiones laborales. Además, hay cambios en oficina que llegaron para quedarse como el trabajo remoto”.
“Muchos actores de la zona están en Buenos Aires y la necesidad de viajar a Buenos Aires no es tanta, nos manejamos con muchas reuniones por Zoom y otras tecnologías, pero creo que los cambios todavía no terminaron de ocurrir, tenemos que estar abiertos al entendimiento de estos cambios, cómo nos adaptamos cada uno”, señaló Manfio.
“Hay que adaptarse. Cada cliente y relación de negocio es diferente. A veces cuesta explicar lo que uno hace: contratos, servicios, logísitca. Todo esto demanda mucha planificación. Somos una cadena con muchos eslabones y cómo nos integramos esos eslabones, es lo que sirve, viendo cómo nos tenemos que adecuar a estas formas de trabajo. Todos necesitamos que Vaca Muerta crezca y se logre el autoabastecimiento, es muy importante para Neuquén, Río Negro y la cuenca”, cerró el vicepresidente de SIMA.
Acerca del nuevo oleoducto que construirá Shell a través de Techint e Ingeniería SIMA
El nuevo oleoducto forma parte de la primera etapa del plan de desarrollo en Vaca Muerta anunciado por la compañía en 2018, que contempla la perforación de nuevos pozos a un ritmo promedio de 30 por año.
El nuevo oleoducto, de 16 pulgadas de diámetro, irá desde el yacimiento Sierras Blancas, en San Patricio del Chañar, hasta estación de bombeo de la localidad rionegrina de Allen, y tendrá una capacidad de transporte de 120 mil barriles de petróleo por día. La obra demandará una inversión del orden de los 80 millones de dólares y unos 18 meses de ejecución, y será realizada por Techint e Ingeniería SIMA, quienes ganaron la licitación pública.
El 65% de la traza se ubica del lado de Río Negro y el 35% en Neuquén. En territorio rionegrino atravesará los municipios de Campo Grande, Contraalmirante Cordero/Barda del Medio, Cinco Saltos y Fernández Oro.
El nuevo oleoducto forma parte de la primera etapa del plan de desarrollo en Vaca Muerta anunciado por la compañía en 2018, que contempla la perforación de nuevos pozos a un ritmo promedio de 30 por año y la construcción de infraestructura para ampliar la capacidad de procesamiento a 42.000 barriles diarios.
En ese contexto, a principios de junio, Shell puso en marcha una segunda planta de producción (Central Processing Facility – CPF) en Sierras Blancas, con una capacidad de procesar hasta 30.000 barriles diarios, que se suma a la Early Production Facility – EPF de 12.000 barriles, en funcionamiento desde 2016.
En una segunda etapa, estos bloques tienen el potencial de generar más de 70.000 barriles por día. Para eso, el paso siguiente sería construir otra planta igual a la CPF y hacer más de 120 pozos nuevos.