Luciano Fucello, Country Manager de NCS Multistage, evaluó la actividad en Vaca Muerta y brindó su opinión sobre el futuro de la actividad no convencional en Vaca Muerta.
En declaraciones a Vaca Muerta News Radio, Fucello resaltó la culminación del gasoducto Néstor Kirchner y la rehabilitación del Gasoducto Trasandino y señaló que los “próximos cuellos de botella” tienen que ver con la importación de equipos y la necesidad de contar con personal calificado, si se quiere cumplir el objetivo de alcanzar el millón de barriles de producción por día para mediados de 2030.
Sostuvo, además, la necesidad de no cambiar las reglas de juego para Vaca Muerta. “Creo que todo el arco político entendió que Vaca Muerta es una salida para generar 20.000 o 30.000 millones de dólares, de acá a 5 años”, precisó.
El Country Manager de NCS Multistage destacó la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner, que permitirá evacuar la producción de hidrocarburos de Vaca Muerta. “Hay que recordar que tanto el petróleo como el gas estaban en su máxima capacidad y hoy, ese tema, se empieza a aclarar”.
“Por otro lado, se abrió el Oleoducto Trasandino a Chile y estamos en condiciones de empezar a llenar ese ducto. Ahora, empezarán a aparecer otros problemas. Hay que recordar que el mes pasado fue el segundo mes, con mayor actividad en toda la historia de Vaca Muerta y se espera que siga creciendo”, agregó.
“La tendencia es que siga este crecimiento si las importaciones lo permiten, si hay la cantidad de equipos para perforar y fracturar. En este sentido, el próximo cuello de botella que tendrá Vaca Muerta, es por lado de los equipos. Hacen falta 30 equipos de perforación para llegar a ese millón de barriles que tanto se está hablando, con toda la capacidad de evacuación por parte del petróleo. Van a faltar equipos y seis sets de fractura”, adelantó Fucello.
“Este problema tiene que ver con la importación y el acceso a crédito de empresas de servicios. Se estima que el equipamiento que falta tiene un valor de, al menos, 1.500 millones de dólares y no es lo mismo esta cifra del lado del productor, que, del lado de las empresas de servicios, que, muchas veces, no tienen el tamaño, ni la facturación que tiene una operadora. Si se resuelve ese problema, a corto, mediano plazo y se empiezan a traer los equipos, habrá otro, que son los recursos humanos”, estimó el Country Manager de NCS Multistage.
“En este sentido, se está hablando que hoy hay 40 equipos y faltan 30 más. Y habría duplicar el personal capacitado que hoy está trabajando en Vaca Muerta. Y estamos hablando de personal que pueda realizar operaciones muy complejas, con alta presión y riesgo de vida, por lo que no se puede bajar la vara a la hora de incorporar personal, por el tema de la seguridad”, advirtió.
“En resumen, estamos en este punto: la actividad está creciendo, falta acceso al crédito, no hay inversión extranjera directa y las empresas que están trabajando en Vaca Muerta, son de capitales nacionales o las inversiones están recirculando los pesos que no saben qué hacer. Ese salto de escala, que es lo que se viene, es confuso. Y si le sumamos las elecciones, que no sabemos qué va a pasar, nos permite ver que todo está en stand by, en una actividad alta, impulsada por YPF y sus socios, que sostienen la actividad en más de un 50%”, dijo Fucello.
“Hay muchas empresas que están viendo qué pasa en Vaca Muerta y si se pudiera llegar a resolver el problema macroeconómico y poder girar dividendos, hay empresas dispuestas a venir. Y, de hecho, se necesitan. Hoy, Vaca Muerta ha avanzado en eficiencia, con personal altamente preparado, pero se está empezando a ver esta desconexión con el mundo, en lo que refiere a tecnología de vanguardia, que no se han podido traer este equipamiento, debido a estas condiciones macroeconómicas. Hay que esperar unos meses. La actividad sigue creciendo, con el equipamiento que hay, que está al 100%”, evaluó Fucello.
En referencia a las importaciones, para Fucello a veces “se está al borde del precipicio” y dijo que a veces se corre el riesgo de parar equipos, ante la falta de piezas. “Es la preocupación de todas las compañías y lo primero que se habla es la importación. Todo sigue creciendo, pero no como nos gustaría”.
“En Argentina hay desarrollo propio e industria nacional, pero todo lo que es el no convencional, necesita una economía a escala. Se hacen 12.000 etapas de fractura por mes, mientras que en Estados Unidos se hacen 500.000. El costo de fabricar allá, es diferente a si uno pusiera una fábrica para abastecer solo el mercado argentino. Un equipamiento sería muy caro y tampoco somos competitivos a la hora de exportar. Por eso, es una situación difícil y Vaca Muerta no puede estar desconectada del mundo. Hay un problema macroeconómico que excede a Vaca Muerta y las importaciones, van entrando a cuentagotas”, afirmó. “Si bien hasta ahora, no hubo paro de operaciones por ello, es algo que está en la mente de todos”, agregó.
Fucello recordó que luego de un trabajo conjunto de operadoras, empresas de servicios y la secretaría de Energía, se logró importar equipamiento para las actividades hidrocarburíferas. “Pero la realidad es que ese consumo del stock que se pudo obtener, no se está reponiendo. Y cuando empiecen a faltar piezas claves, veremos cómo sigue todo esto”.
“Por ahora, no se puede dar un salto de escala en la actividad de Vaca Muerta como se necesita. Venimos creciendo lentamente, no a la velocidad para llegar a ese millón de barriles para el 2030. Igualmente, a pesar de todo esto, hay que recordar que Vaca Muerta empezó en el 2010 y en el 2013 empezaron con los pozos verticales. Desde el 2016, se inicia un salto de escala, al sumarse más actores que YPF”, repasó.
“En este sentido, Vaca Muerta pasó por diferentes gobiernos: Cristina, el gobierno de Macri y se han atravesado todo tipo de dificultades. En el 2017 hubo una situación muy parecida, con respecto a la falta de equipamiento para un salto de escala y con el Decreto 629, se pudo importar equipamiento usado y nacionalizarlo en el país. Gran parte del equipamiento que hoy estamos viendo, se pudo traer ese año, a un costo menor y con el compromiso de comprar un porcentaje de lo que se nacionalizaba localmente. Este decreto perdió vigencia en el 2019 y estamos en una situación similar. ¿Qué puede pasar con ese equipamiento que falta? Se puede fabricar localmente en parte, sobre todo en lo que son los sets de fractura y equipos de perforación”, explicó Fucello.
Por otra parte, Fucello reiteró la necesidad de contar con reglas claras para que la extracción de gas y petróleo no convencional no se detenga. “Si cambian las reglas de juego, se deja de invertir. La declinación en el no convencional, es bestial, puede ser en un 50% anual. Si hoy se producen 300.000 barriles y se invierte cero, se pueden producir 150.000 el año que viene. Entonces, Vaca Muerta es resistente a todo, pero ojo con cambiar las reglas de juego. Hay que recordar cuando se pesificó el barril, (medida tomada por Macri) luego de las PASO del 2019 y que provocó la caída en la inversión. Hay que fijar reglas claras”, dijo.
“¿Podrían haber reglas mejores? Sí, podrían, pero las que están, funcionan y es mejor no tocarlas. Ése es el mensaje que tienen que asimilar los políticos y creo que todo el arco político entendió que Vaca Muerta es una salida para generar 20.000 o 30.000 millones de dólares, de acá a 5 años, pero hay que entender que modificar una regla de juego, en algo reactivo a la inversión, puede tener consecuencias fatales”, agregó.
“Vaca Muerta es resistente a todo, es una bendición que tenemos, el equipo técnico detrás de Vaca Muerta es el gran protagonista y desde la política, hay que entender que se necesitan reglas claras. Y la inversión que es intensiva, no puede dejar de tener ese flujo. Cualquier cambio en las reglas de juego, puede ser un torpedo en la línea de flotación de Vaca Muerta”, cerró Fucello.