El presidente de Gas y Petróleo de Neuquén, Alberto Saggese, repasó el recorrido de la petrolera provincial fundada hace 15 años y que fuera creada para impulsar la exploración, el desarrollo y explotación de cerca de cien áreas hidrocarburíferas en la cuenca neuquina.
Saggese recordó que la empresa se fundó en el 2008 con el objetivo de promover las inversiones en Vaca Muerta y el desarrollo del no convencional. “Conocíamos bastante desde un punto de vista geológico y respecto de su existencia, pero poco de la potencialidad de la explotación que se desarrollaba en Canadá y en Estados Unidos”, repasó.
“Allá, por el 2008, Neuquén sufría una caída muy importante de la producción de petróleo y gas. Había una conjunción entre el declino de los yacimientos, sumado al bajo precio del petróleo y se había generado una falta de inversión por parte de las compañías, debido a los resultados magros que se estaban obteniendo de la explotación de esos yacimientos”, explicó en declaraciones a Vaca Muerta News Radio.
Saggese recordó que esa fue la primera etapa de Gas y Petróleo del Neuquén. “Así fuimos ofertando al mercado campos para ser explotados, pero básicamente teniendo detrás la idea de que eran replicables los éxitos que se venía manifestando en Estados Unidos desde el 2002, mediante la aplicación de la explotación de yacimientos no convencionales”.
En este marco, precisó que desde Neuquén ya se conocía la formación Vaca Muerta desde hace muchos años. “Pero era necesaria para ese tipo de explotación, una tecnología que no había y se estaba desarrollando. Cuando la Agencia Internacional de Energía publica un informe y afirma que Vaca Muerta es considerada la segunda cuenca productiva no convencional de gas del mundo y la cuarta en petróleo, empieza a ver un interés de las compañías para obtener un lugar en la región, sobre todo, luego de la inversión (de la estatizada YPF junto a Chevron) en Loma Campana”.
“Allí empezaron a tener importancia los planes de GyP lanzados por la provincia para la promoción de nuestras áreas. Hubo un programa, ‘Nuevos Horizontes’, que tuvo cuatro rondas licitatorias, donde se hicieron cerca de 50 contratos exploratorios y al ver ciertos resultados de las bondades de Vaca Muerta, en cuanto a productividad y posibilidad de aplicación, de técnicas no convencionales, comenzó un movimiento importante en las compañías que estaban fuera de Neuquén o que nunca habían participado en la explotación en la cuenca, como Shell, Exxon o Chevron, que ya explotaba en el norte de la provincia (en El Trapial).
“Así entramos en un periodo de asociaciones con empresas que no eran YPF y que se incorporaron al mundo de operadores petroleros en Argentina. Muchas vinieron, hicieron sus experiencias y trataron de replicar de manera espejo lo que se hacía en Estados Unidos. A algunas les fue bien y a otras no tanto, pero se empezó a desarrollar la aplicación de tecnologías en Vaca Muerta”, dijo Saggese y enfatizó que “salvo algunas compañías que están asociadas con YPF, como Petronas o Chevron, la mayoría de ellas lo hicieron de mano de GyP. Esto generó que la empresa resultara socia de 14 explotaciones no convencionales de petróleo, de las cuales 7 están en un proceso de industrialización bastante avanzado”.
“Esto nos genera un flujo de ingresos importante para GyP, que es una empresa estatal que no requiere ningún tipo de aporte del estado. Al contrario, genera dividendos a la provincia y fondos que luego son aplicados por el estado, de la manera que corresponda. Además, GyP, se transforma en un player dentro de la industria. Si bien no somos operadores sino socios pasivos en estas operaciones, sí tenemos una voz, una opinión y participamos de manera activa en los procesos operativos en las áreas que participamos como socios”, recordó.
En este sentido y a modo de cierre, el presidente de GyP dijo que el estado neuquino participa en el 10% de las concesiones bajo el sistema de carry, como se lo denomina en la industria. “Es decir que no realizamos las inversiones directas en los yacimientos, pero GyP paga regularmente todas esas inversiones mediante la aplicación del producto que obtiene. Asimismo, le queda a GyP una participación libre de ese repago de inversiones, que genera ese cashflow”.
“El sistema de acarreo, en nuestro caso, es que GyP tiene el 10% de participación en las áreas. De ese 10%, el 5 se aplica al repago de inversiones, en la medida que el petróleo y el gas fluye y se comercializa en el mercado. Y el otro 5%, es el flujo de fondos de la empresa”, finalizó Saggese.