Este martes 16 de mayo, Oleoductos Trasandinos Sociedad Anónima (Otasa) comenzará a bombear crudo en el oledoducto que permitirá exportar petróleo neuquino hacia Chile.
Luego de varios meses de pruebas para comprobar el buen estado del oleoducto que se mantiene inactivo desde 2006, el crudo comenzará a desplazar el agua el hoy tiene el caño en su interior. Desde Puesto Hernández, el petróleo llegará a las refinerías chilenas y de allí al puerto de Concepción, abriendo la exportación a nuevos países a través del Pacífico.
“Llevamos ya 17 años sin utilizar este oleoducto y ahora estamos a punto de reactivarlo para poder exportar y generar divisas para el país. Los ensayos se han realizado con éxito”, manifestó el gobernador Omar Gutiérrez.
El mandatario felicitó a “cada uno de los hombres y mujeres que vienen trabajando desde hace meses para poner nuevamente en funcionamiento el oleoducto, que permitirá anticipar y acelerar el flujo de inversión, generando producción y trabajo en la cuenca neuquina, para Patagonia y el país, y también para el mercado que vamos a consolidar a Chile”.
Afirmó que “este trabajo que realizan es construir porvenir y destino para Neuquén y para la Patagonia, y el país porque la energía, los alimentos y la educación son la base del desarrollo del pueblo”.
Los trabajos de prueba del ducto se realizaron a través de cuatro etapas: la primera, desde Rincón de los Sauces, Puesto Hernández y Pampa de Trill; la segunda etapa hasta La Primavera; la tercera, desde La Primavera hasta la estación El Avellano, en Chile, y desde allí el último tramo ya en el vecino país. El ducto, de 16 pulgadas, tiene una extensión de 427 kilómetros. Cuando esté en pleno funcionamiento, se espera poder transportar unos 115.000 barriles por día de petróleo.
Cabe recordar que durante los primeros tres meses del año la Provincia del Neuquén exportó un total de 6,5 millones de barriles de petróleo, generando 460 millones de dólares. El oleoducto de Otasa y la ampliación del ducto del Oldeval que llega hasta Puerto Rosales, son obras fundamentales para poder evacuar la creciente producción de petróleo, que ha llegado a niveles record en su historia.