Por Darío Hernán Irigaray
Este 27 de septiembre se sabía hace más de 48 horas que diferentes organizaciones sociales iban a realizar movilizaciones y a realizar cortes, por las promesas no cumplidas por parte del gobierno provincial.
A pesar de esta situación y conocimiento de lo que podría suceder, la policía no realizó ningún operativo preventivo para adelantarse a un posible corte de arterias en la capital neuquina.
La Av. Argentina, desde el corredor Leloir – Dr. Ramón que une la parte norte de la ciudad, hasta el bajo, donde se encuentra la zona comercial, en todas las esquinas, decenas de piqueteros siembran caos y parten a la ciudad dos.
Los inversores extranjeros cuando se enteran que en la provincia de Neuquén se cortan rutas, puentes, avenidas y calles, lo que genera millones de dólares de perdidas incalculables, sin percibir explicaciones al respecto, ven cada día con menos interés sumarse al desarrollo de Vaca Muerta.
Es común escuchar al Sr. Gobernador de la Provincia de Neuquén, hablar en forma regular de la seguridad jurídica y compromiso de sus autoridades para la llegada de inversores, aunque el contraste de las fotos y relatos de ciudadanos indignados, los dejan realmente muy mal parados, tal como si vivieran en otro lugar.
Decenas de veces durante este año han ocurrido estos hechos que atentan contra la libertad de tránsito en la provincia del Neuquén, y poco ha demostrado el gobierno provincial su interés en resolverlo.
Promesas y más promesas, de trabajo, de subsidios, aportes a comedores, donde la gente ruega por un plato de comida, marcando un contraste entre los millones de dólares de Vaca Muerta, y cientos de familias que luchan por subsistir.
La inflación hace que todo se intensifique y nada alcance, como a todos los que vivimos en nuestro país, pero este duro impuesto no normado, llamado inflación, afecta a la gente de menores recursos que viven en la pobreza e indigencia, que creen y esperan las promesas por meses de los gobernantes, que no llegan.
Un gobierno que no cumple y cada día se incrementa su imagen negativa, que impunemente pone en vilo a toda la sociedad, lo que genera un daño concreto a empresas que no pueden cumplir con sus actividades y a la ciudadanía en general que ve trastocada su jornada cotidiana con graves demoras.
El contraste de la pobreza extrema, parece increíble en una de las provincias más ricas del país, donde el mundo habla de su potencial, gracias a Vaca Muerta.
Lo cierto que hoy no se puede saber con certeza si mañana se podrá trabajar, dado que en Neuquén existe un gobierno que solamente le interesan los millones que deja Vaca Muerta, pero no le interesa incluir a todos a este proyecto que es de interés nacional.
A los señores gobernantes les recordamos lo que dice la constitución nacional:
Art. 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.
Art. 14 bis.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial. Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo. El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.