Todo ocurrió en un salón de eventos de calle Pellegrini al 2000. Allí había unos 67 vehículos estacionados, mientras que en el interior del salón se constató la presencia de alrededor de 250 personas. La policía intentó identificar a los participantes de la fiesta clandestina, pero según informaron, "estos se ofuscaron y para resguardar la integridad física del personal interviniente, les solicitaron que se retiren de allí, a lo que asintieron de manera inmediata".
De esa forma se desalojó el lugar, luego se logró ubicar a la propietaria del salón que fue multada por el personal de comercio. Además, el salón fue clausurado y se secuestraron todas las bebidas alcohólicas que había allí.