El vicegobernador de Neuquén, Marcos Koopmann lanzó fuertes críticas a los partidos nacionales, asegurando que “la sucesión de improvisaciones que hemos visto con la construcción del gasoducto de Vaca Muerta, que abarcaron a las dos últimas administraciones de distintos signos políticos, es una clara muestra de cómo el centralismo porteño le pone límites al desarrollo de nuestra provincia”.
“Y cuando hablamos del centralismo porteño no hacemos referencia a uno u otro partido. Son decisiones tomadas por los dos lados de la grieta nacional las que perjudican a los neuquinos y neuquinas”, aseguró.
A través de una publicación en su cuenta de Twitter, el vicegobernador y candidato a gobernador por la Lista Azul del MPN recordó que “nuestro gobierno provincial, desde 2016 viene alertando a la Nación – entonces gobernada por otro partido- sobre la imperiosa necesidad de ampliar la capacidad de transporte del gas de Vaca Muerta. Pero, como tantas otras veces, no fuimos escuchados”.
Koopmann aseguró que “lo que podemos ver de este proceso insólito, es que está comandado por gente que carece de conocimientos sobre el tema y esta incapacidad se agrava por una interna partidaria intestina, cuando se trata de una obra clave para el futuro de los argentinos en general y de los neuquinos en particular”, enfatizando que “sin el gasoducto, no hay certezas de cómo se abastecerá el país de gas en 2023”.
En ese sentido, hizo hincapié en que “las importaciones de gas este año van a costar cerca de 3500 millones de dólares, una cifra similar a lo que costaría hacer el gasoducto. Y con estas demoras, cada vez se ve mas lejana la posibilidad de que puedan terminarlo para el próximo invierno”.
“Es decir, la ineficiencia de los distintos gobiernos nacionales le está saliendo muy caro al país y le impiden a Neuquén la posibilidad de colocar su gas. Y al impedirle a la provincia vender su gas, la Nación nos está privando a los neuquinos de contar con recursos que necesitamos para poder seguir invirtiendo en viviendas, en obras de infraestructura que nos permitan continuar mejorando la educación, la salud, la seguridad, la conectividad y generar herramientas para impulsar a nuestras PyMEs y así consolidar la ampliación de la matriz productiva y generar más empleos de calidad”, remarcó Koopmann.
En este punto, mencionó que “tampoco nos sirve tan solo sacar el gas para enviarlo a Buenos Aires. Nosotros queremos darle valor agregado, industrializándolo en origen, por ejemplo llevando adelante un proyecto multipropósito en la PIAP, para producir hidrógeno o fertilizantes nitrogenados, sin dejar de lado la producción de agua pesada”.
Sobre la necesidad de contar imperiosamente con el gasoducto hasta Salliqueló, señaló que “Neuquén provee de gas a cerca de 4 dólares el millón de BTU. Podría abastecer de todo el gas que necesita Argentina, pero no hay forma de transportarlo porque dos gobiernos nacionales, de signos políticos diferentes, no han podido hacer un gasoducto.
Entonces hay que importar ese gas a un precio que va de los 25 a 30 dólares el millón de BTU, es decir un precio 7 veces superior al nacional”.
Koopmann diferenció la situación nacional de la provincial, al señalar que “mientras la Nación sigue presa de una grieta que atrasa y la agenda de la política sigue muy lejos de ocuparse de la agenda de la gente, Neuquén es sinónimo de futuro y esperanza. Nuestra provincia es el faro energético de Argentina. Ofrece seguridad jurídica, estabilidad política y genera fuentes de empleo, que ya han recuperado los niveles de la pre pandemia”.
“Sigamos trabajando para que nuestro destino lo decidamos los neuquinos y no los políticos que representan los intereses del centralismo de Buenos Aires, que tantas frustraciones derramaron sobre nuestro país”, concluyó el vicegobernador.