Para llegar a esta sentencia, el expediente y el propio Villar recorrieron un largo y violento camino. El 5 de marzo del 2021, cuando lo declararon responsable del abuso, Villar y su hermana tomaron de rehén al defensor público Pablo Méndez.

Se metió en su oficina en Zapala y lo retuvo durante 11 horas y 10 minutos. Exigía, entre otras demandas, una nueva Cámara Gesell a la víctima.

Cuando Villar se entregó, fue detenido y se le abrió una causa por privación ilegítima de la libertad. El 4 de febrero de 2022 le impusieron 6 años y 6 meses de prisión efectiva.

En paralelo siguió abierto el legajo por el abuso sexual, hechos ocurridos entre 2013 y 2019, que transitó un camino más complejo: le impusieron 10 años de prisión, pero el 2 de agosto del 2021 el Tribunal de Impugnación anuló la sentencia y ordenó hacer un nuevo juicio.

Posteriormente, la sala penal del Tribunal Superior de Justicia revocó esa decisión, dijo que no hacía falta un nuevo juicio, declaró responsable al imputado y ordenó que se dicte una nueva sentencia sólo para fijar el monto de la pena que debía cumplir por el abuso sexual.

Esa sentencia se produjo este miércoles 27, se informó hoy. El Tribunal de Impugnación integrado por Andrés Repetto, Richard Trincheri y Fernando Zvilling volvió a imponerle 10 años de prisión a Villar.

El delito que le atribuyó el representante del Ministerio Público Fiscal fue abuso sexual simple reiterado, agravado por haberse cometido contra una menor de dieciocho años aprovechando la situación de convivencia preexistente y ser encargado de su guarda, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por haberse cometido contra un menor de dieciocho años aprovechando la situación de convivencia preexistente y ser encargado de su guarda.

Por último: Villar tiene otra causa de abuso sexual simple, en la que la víctima es la hermana de la niña anterior. Pero como informó Río Negro, días atrás fue absuelto por una falla en la presentación del caso por parte de la fiscalía.