Al explicar la propuesta, el diputado Raúl Muñoz (PDC) recordó que la barrera geopolítica en cuestión se impulsó en la década del ’90 con el fin de atacar la enfermedad de la aftosa del ganado de la región, pero que en la actualidad ya no existe, y por eso la carne con hueso se exporta a mercados internacionales. El legislador remarcó que el objetivo de la propuesta no es eliminar la barrera sino correrla, con el fin de disminuir los valores de los cortes en el conglomerado más poblado de la provincia.
“¿Por qué se puede exportar y no se puede consumir acá?” cuestionó Muñoz al defender la iniciativa que, según dijo, apunta a que el pueblo neuquino pueda consumir un producto de calidad sin tener que pagar el doble de lo que se abona en La Pampa, por ejemplo. En ese sentido, el legislador criticó que el 0,45% del total de los ganaderos “planteen un precio que es impagable” y reiteró que el deslizamiento de la barrera permitirá mantener el estatus sanitario para quienes deseen mantenerlo.
Al plantear dudas sobre la pertinencia del corrimiento, el diputado Carlos Sánchez (UP) pidió “no dejar de lado la cuestión sanitaria para priorizar lo comercial”, al tiempo que solicitó datos oficiales sobre la cantidad de cabeza de ganado, feet lots y consumo interno de carne en la provincia, entre otros aspectos.
En similar sentido se pronunció Leticia Esteves (JC) quien señaló que la delimitación en cuestión permitió el acceso del producto a mercados internacionales y que “nunca es una opción retroceder a un estatus sanitario anterior”. La diputada dijo que la autoridad para afirmar la existencia o no de aftosa es el SENASA, no los legisladores, y propuso en todo caso “llevar la barrera más arriba” o hacer un pronunciamiento desde la Legislatura para que ingrese carne con hueso plano a la provincia, pero no bajar el límite sanitario fijado por las autoridades competentes en la materia. Su par de bloque, Lucas Castelli vaciló, además, sobre la incidencia del corrimiento de la barrera en la dinámica de la composición de precios en la región.
A su turno, el diputado Maximiliano Caparroz (MPN) dijo que el estatus que alcanzó la provincia en la calidad de la carne vacuna “llevó mucho tiempo y trabajo” y recordó que la gestión legislativa anterior se declamó en contra de un posible corrimiento por las consecuencias que ello implicaría en la colocación del producto en los mercados externos.
Desde le Frente de Todos, Soledad Salaburu pidió enmarcar el debate en los índices de pobreza de la provincia que arrojan un 40% de la población por debajo de la línea de pobreza, es decir que no acceden a alimentos básicos, al tiempo que objetó la influencia del corrimiento de la barrea en la especulación de precios de la carne en la provincia. “Esta medida no va a contribuir a la distribución más equitativa de la riqueza en Neuquén” dijo la diputada tras advertir que el debate debe versar sobre dicho eje.
Al hablar, el diputado Andrés Peressini (Siempre) pidió que la discusión contemple el análisis de la diferencia de precios como consecuencia de las distintas formas de obtener el producto, y ejemplificó que casi el 15% de la población neuquina consume carne congelada -al no contar con mataderos cercanos- a un valor mucho menor que el de otras zonas.
Finalmente, Patricia Jure (FIT) desligó “la especulación de los precios de la carne de la barrera sanitaria” y pidió “abrir los libros contables” de las grandes empresas ganaderas y frigoríficos. Jure dijo que si bien existe un “mercado cautivo” con la barrera, no se puede desconocer la ayuda financiera y tributaria que ha recibido el empresariado ganadero en los últimos años.
El tema continuará en debate con la participación de integrantes del SENASA y de la cartera de Producción en la próxima reunión, tal como lo propuso el diputado Peralta.
Estuvieron presentes los diputados Darío Peralta, José Ortuño López, Raúl Muñoz, Germán Chapino, Luis Aquín, Andrés Peressini, Maximiliano Caparroz, Lucas Castelli y Carlos Sánchez; y las diputadas Leticia Esteves, Patricia Jure y Soledad Salaburu.