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Distribuidoras de luz advirtieron por un aumento del 80% en sus costos

Las empresas señalaron su "preocupación" por el congelamiento de las tarifas, pero aclararon que con las inversiones realizadas a lo largo del año pasado no debería haber un aumento en los cortes del suministro.

Las distribuidoras de electricidad de Argentina advirtieron por un aumento en sus costos que acumulan desde el 2019 un 80%, y mostraron su preocupación por un congelamiento tarifario que aún no tiene un final a la vista.

"La situación de las distribuidoras, ya afectada por el congelamiento tarifario, se vio aún más comprometida por la pandemia. Esto se debe a la morosidad en el pago de las facturas, a las deudas que se vieron obligadas a contraer con Cammesa, a la falta de actualización del Valor Agregado de Distribución (VAD), a los altos componentes impositivos y a la reducción de la demanda industrial que no logró compensarse con el aumento del consumo hogareño", señaló Adeera.

"Algunas de las empresas cotizan en la Bolsa, por lo que sus balances son públicos y reflejan los inconvenientes mencionados respecto a la situación financiera y la necesidad de corregir esos puntos. Otras empresas son gestionadas directamente por los Gobiernos provinciales, por lo que esta situación afecta de manera directa la ya difícil situación fiscal imperante en las provincias", reza el comunicado difundido por las firmas, reproducido por BAE Negocios.

En ese sentido, la entidad aseguró que "las tarifas de los servicios públicos que rigen actualmente en el país son las más económicas de la región, comparadas por ejemplo con Uruguay, Brasil o Chile. Esto implica un fuerte atraso monetario en las distribuidoras que trae como consecuencia falta de fondos para continuar con el necesario nivel de inversiones para mantener la calidad del servicio".

"La incidencia del servicio eléctrico en los costos para el sector comercial e industrial es del 2%, salvo los electrointensivos. Más aún, en nuestro país y en promedio, solamente el 29% de lo recaudado por las facturas corresponde al distribuidor (VAD) que se destina al pago de salarios, mantenimiento, compra de materiales e insumos y planes de inversión, entre otros. Por su parte, el 41% del precio corresponde a la energía mayorista y el restante 30% son impuestos directos. Cabe aclarar que la carga impositiva total del servicio es del 46%, considerando todos los impuestos de la cadena", explicaron.

De todas formas, puntualizaron que "las distribuidoras han tomado deuda y postergado otras obligaciones para realizar obras de mantenimiento y mejora de las redes, esto implica que no deben esperarse mayores cortes que los que resultan habituales en los días de altas temperaturas". "Las asociadas de Adeera hoy tienen los procesos y los recursos necesarios para dar rápida respuesta ante eventuales interrupciones en el suministro", aseguraron.

De acuerdo a la entidad, "el servicio eléctrico que brindan las distribuidoras mejoró notablemente en los últimos años y esto se evidencia principalmente en la disminución de los cortes. La calidad del suministro está regulada por el Estado y se mantiene gracias al esfuerzo coordinado de todos los operadores".

"Las distribuidoras necesitan pautas más precisas para trabajar en un marco estable y así impulsar el desarrollo del país y continuar con la generación de empleo genuino tanto directo como indirecto. La situación macroeconómica define el futuro del sector, que no espera solamente una recomposición tarifaria sino un escenario de certidumbre para planificar el futuro del servicio eléctrico", concluyeron.

Autor: Horacio Beascochea

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