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Neuquén: La generación hidráulica lleva tres meses de caída

En octubre el aporte de las represas fue un 18,8% menor al registrado en el 2019. El bajo caudal de los ríos de buena parte del país explica la tendencia.

El segmento de las centrales hidroeléctricas durante mes de octubre marcó que ya son tres los meses de caídas consecutivas en la generación eléctrica.

De acuerdo al informe especial que elabora la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa), durante octubre la generación eléctrica de Argentina alcanzó los 10.695 GWh, superando en casi un 1% los 10.593 GWh que se habían alcanzado en el mismo mes del año pasado.

Sin embargo, la generación hidráulica tuvo en este mes una fuerte caída del 18,8% interanual, ya que aportó solo 2222 GWh, casi 500 GWh menos que el año pasado cuando había sumado 2737 GWh.

Esta caída responde a lo que sucede en los ríos tanto del litoral como de la zona del Comahue. “Los aportes siguen siendo menores respecto a los caudales históricos y a igual período anterior. Se destaca la baja en Yacyretá y Salto Grande, presentando aportes muy bajos en relación a los valores históricos para el mes de análisis, aunque no fueron muy diferentes al mismo período del año anterior”, detalla el informe de Cammesa.

La caída en la generación de Yacyretá alcanzó el 12,6% en la comparación interanual ya que el complejo aportó solo 1033 GWh contra los 1183 que había generado en el mismo mes del año pasado.

En el Comahue el panorama no es más alentador que en el litoral, dado que la evolución del año marcó que la zona traviesa su décimo primer año consecutivo de sequías. En este caso, la cuenca del río Limay fue la más perjudicada afectado a su complejo de cinco centrales que en conjunto aportaron 100 GWh menos que en octubre del año pasado.

La evolución de los caudales en las represas de la zona muestra que se está haciendo un fuerte acopio de agua, priorizando para ello la generación en Alicurá, la primera de la cinco centrales luego de lo que fue la gran generación del invierno.

En ese complejo los registros de esta semana mostraron que el embalse se encontraba en un nivel de 698,17 metros sobre el nivel del mar, es decir dos metros por debajo de su mínimo normal.

La siguiente represa es Piedra del Águila, en donde el nivel actual es de 589,18 msnm, unos 3 metros por debajo del nivel máximo. Este complejo realizó esta semana un fuerte acopio al solo turbinar el 10% del agua que recibió.

Pichi Picún también está tratando de mejorar su embalse, el cual se encuentra a un metro del nivel máximo.

En tanto que El Chocón apenas superó el nivel mínimo normal de su enorme embalse, y con 373,91 metros sobre el nivel del mar, se ubica a 7 metros del nivel máximo, un valor que no logrará recuperar con las últimas lluvias de esta primavera.

Desde el inicio de la pandemia los aportes de las hidroeléctricas se mantuvieron por debajo de los generados durante el 2019 a excepción de julio, cuando la demanda de energía del país potenciada por una fuerte ola de frío polar disparó todos los consumos.

En ese mes las centrales hidroeléctricas exprimieron sus reservas para generar un aporte extraordinario que es el que ahora se busca recomponer en medio de la sequía y de cara a las necesidades de mayor generación que podrían darse desde mediados de mes, ya que se espera que este verano sea muy caluroso y dispare nuevamente el consumo eléctrico y sean las centrales hidroeléctricas las que deban dar respuesta a los picos de demanda.

En el caso del río Neuquén, a diferencia de lo que sucede con las represas ubicadas sobre el río Limay, el complejo Cerros Colorados logró recomponer sus niveles después de un largo período de bajo caudal.

El aporte que generó el invierno mejoró considerablemente tanto el estado del embalse como el del caudal circulante, ya que a diferencia de la cuenca del Limay, en el río Neuquén el impacto de las nevadas es mucho más significativo.

De acuerdo a los registros de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) el embalse de Mari Menuco se encontraba esta semana casi en su nivel máximo normal, que es de 413,5 metros sobre el nivel del mar, señala la nota del diario “Río Negro”.

Con esta mejoría se espera que los servicios no energéticos vinculados al complejo puedan brindarse con normalidad, esto es lo referente tanto al agua que consumen las ciudades ubicadas río abajo, como así también al líquido que se destina al sistema de riego del Alto Valle, del cual dependen más de 60.000 hectáreas productivas.

Autor: Horacio Beascochea

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