Desde la compañía YPF se inició un plan estratégico de recuperación de la gran crisis derivada de los malos resultados de los últimos años y de los estragos que causó la pandemia del coronavirus.
La compañía busca confeccionar un nuevo marco de relacionamiento con proveedores y contratistas de toda la cadena de valor y sindicatos, que les permita ganar sustentabilidad a largo plazo, con foco en la reducción de un 30% de los costos y una mejora de la eficiencia del 20% para recuperar el 100% de actividad previa al aislamiento social.
Según explicó el economista Alejo Ghirardi, del área de Supply Chain de YPF, la compañía inició un “esquema de transición” que tiene cuatro fases: las primeras dos apuntaron a la viabilidad financiera, y las dos siguientes a la viabilidad económica.
La Fase 1, que se desarrolló entre abril y mayo, se centró en una nueva modalidad de certificación con las compañías de servicios y pymes que integran la cadena de valor, y se revisaron más de 11.000 contratos.
La mayor fuente de ingresos de YPF es la venta de combustibles y con el aislamiento socia, se desplomó a niveles inéditos. Los combustibles para aviones cayeron 95%, las naftas 69% y el diesel 34%, provocando un impacto demoledor para las golpeadas finanzas de la compañía.
“El desafío fue doble: cortar las certificaciones al ritmo de disminución de la caja del 50% para no entrar en cesación de pago y sostener la cadena de valor”, explicó Ghirardi, durante una charla virtual en la Expo Capipe, reproducida por LM Neuquén.
“Algunas empresas de servicios, pese a tener cero actividad, tuvieron algún pago a cuenta como salida de la crisis y como formar de crear buena voluntad con quienes renegociamos contratos. Hemos decido que cada peso que ingrese a la caja de YPF se vuelque al sistema de proveedores y contratistas, teniendo en cuenta a responsabilidad de la compañía frente a la pandemia”, añadió.
YPF realizó aportes a sus contratistas que tuvieron que parar los trabajos para que pudieran abonar los salarios a los empleados, del orden del 60% con respecto a febrero, según se acordó con los gremios para el personal stand by. Mientras que a las que prestaron servicios bajo el esquema de guardias mínimas en el área de producción, tuvieron recortes en las certificaciones.
En la Fase 2 del plan, desarrollada entre junio y julio, se llevaron adelante mesas de trabajo y negociaciones multisectoriales, que derivaron en la actual Fase 3, en la que se busca cerrar acuerdos con toda la cadena para reducir un 30% los costos.
La Fase 4, que ejecutará desde ahora hasta fin de 2020, prevé una reconversión productiva de la compañía con un perfil exportador. Para ello, YPF busca ser más competitiva reduciendo un 50% el costo del barril de petróleo equivalente producido. Los directivos creen que si se logra ese objetivo, se podrá recuperar el nivel de actividad previo a la pandemia.
“YPF no puede trabajar con un puñado de proveedores sino que tiene que generar un entramado productivo que distribuya en forma potente y en término de efectos multiplicadores para la economía en su totalidad. Ese es el foco que vamos a tener desde el punto de vista colaborativo con toda la cadena de valor”, dijo Ghirardi. Y agregó: “No tiene sentido hablar de licitación, no hay lugar para la competencia, hay que ir a un ambiente de colaboración”.
La petrolera nacional apunta a una transformación y modernización productiva que le permita ganar competitividad para apuntar a los mercados internacionales, por un lado, y por otro generar caja para poder invertir en Vaca Muerta.
“El efecto esperado nos permite bajar 50% el costo de barril cash -sin considerar el costo de las amortizaciones ni el costo del capital hundido-, tal que YPF pueda atacar el mercado de exportación, que puede ser un ecosistema alineado en reducción de costos. Prevemos que el mercado doméstico sobre fin de año se va a recuperar y la idea es retomar el 100% de la actividad de manera que el mercado de exportación es nuestro fullback position del mercado doméstico. Esa caja que consigamos nos puede dar a cuenta una mayor actividad. De no lograr ese efecto, la contrapartida será quedar como estamos, con menor actividad, a precios atrasados, lo que implica un mayor costo para la cadena de valor y menos trabajo para todos”, indicó Ghirardi.
“Somos precio aceptantes en el mercado, por lo cual lo único que podemos operar es la eficiencia y la sinergia de costos. Necesitamos ser atractivos para los inversores”, finalizó el economista de YPF.