Mientras YPF envía dardos a los gremios vía diversos medios de difusión, transcendió que supuestamente invertirán 50 millones de dólares, lo que se diera a conocer como una primera fase del plan de recuperación donde se contará con un total de 11 equipos, alcanzando escuetamente cerca del 20% de la actividad que supieron tener.
Cabe destacar, que desde los gremios y otras fuentes no se pudo corroborar la cantidad de equipos, aunque lo único que si se sabe con certeza que 3 equipos de perforación están trabajando.
Por su parte, según el compromiso de YPF, se han puesto en operación 3 equipos de perforación, 1 set de fractura, 2 workover y 5 unidades auxiliares, lo que sumarían un total de 11 equipos.
Las unidades en cuestión estarían ubicadas en el área insignia de YPF junto a Chevron, Loma Campana, donde ya existen más de un centenar de pozos perforados sin terminar.
También en el área Bandurria Sur se suma actividad, donde se orienta más hacia la producción de petróleo, en el cual YPF impulsa junto a sus socios Shell y Equinor.
En el área El Orejano se apuesta a sostener la producción de gas no convencional que viene decayendo mes a mes, donde YPF es socia de Dow.
Se esperaba con muchas expectativas que YPF retomara su actividad debido a que concentra más del 60% del trabajo en Vaca Muerta en sus 36 áreas concesionadas.
Según lo comprometido por YPF, empezaron con atraso, ya que pasaron 2 semanas desde la visita del CEO de YPF quien había asegurado que la semana pasada arrancaban, y el gobernador Omar Gutiérrez aseguró que le habían dicho que hace 2 semanas empezaban.
Desde la operadora aseveran que iniciaron la actividad a pesar de no tener un acuerdo firmado con el gremio, con lo cual se contradicen en sus mensajes, donde por una parte hablan de supuestos incumplimientos y por otro que aún no se firmó nada.
Lo cierto que desde el gremio aseguran que no les quieren reconocer el incremento salarial del 16.2% comprometido del año 2019, y ahora también exigen el 30% del año 2020. Además se encuentra el acuerdo estancado ya que desde las cámaras CEPH y CEOPE pretenden un nuevo esquema laboral más eficiente que incluye varios recortes a los trabajadores encubiertos en una supuesta “productividad”.
Desde la operadora aseguran que la reactivación de estos equipos permite dar comienzo al funcionamiento de la cadena de valor de la industria petrolera en la provincia de Neuquén, aunque dista mucho de los 46 equipos que supieron tener, y el impacto real en la economía se estima sería escaso.
También hablaron de un sendero de crecimiento, el cual se estima que recién para marzo del 2021 se subirían 12 equipos de perforación y llegarían a los 45 para fin del próximo año.
Cabe señalar, que, con el inicio de la cuarentena, el 20 de marzo pasado, todos los equipos fueron dados de baja y se detuvo la actividad en su totalidad. Luego, recién después de mayo, con el protocolo seguro en los campos, se comenzaron a reactivar algunos servicios lentamente, donde hasta esta semana no llegaban a una decena los equipos activos entre perforación y workover entre todas las compañías.
Esta reactivación era la clave de la negociación que se encaró con los gremios de la zona en donde se llegó a la firma de un preacuerdo para modificar los esquemas laborales que todavía no fue ratificado por las cámaras empresarias.
Una de las claves para que la compañía tenga mayor actividad es la definición del nuevo Plan Gas de estímulo a las inversiones gasíferas que evalúa el Gobierno Nacional.