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Petroleras chicas sobreviven a la pandemia y esperan la reactivación para el año que viene

Distintas firmas adecuaron sus estrategias para no ser perjudicadas por la crisis del sector energético y reorientaron sus objetivos de inversión.

En un panorama crítico para el sector hidrocaburífero, las petroleras de menor envergadura centraron sus esfuerzos en sobrevivir a la pandemia, ampliar su cartera de clientes y aplaza desarrollos sin despedir al personal entre otras estrategias, de cara a un futuro mejor en el 2021.

Aconcagua Energía, Oilstone y Petróleos Sudamericanos contaron a la prensa los diferentes caminos para atravesar este momento crítico. Al igual que el resto de la industria local, señalan que abril fue el mes más complejo de transitar que, además de respuestas rápidas, demandó una sólida estructura para operar a precios irrisorios. Con ventas de hasta 11 dólares por barril y picos altos que todavía no se ven y están pronosticados para septiembre (40 dólares), las empresas coincidieron que el precio promedio de venta en lo que va del año rondó los 34 dólares.

Todas coinciden también que el escenario actual del sector no comenzó con la pandemia, sino con el decreto que congeló el precio de los combustibles y el barril que fue seguido por el desequilibrio macroeconómico que se agudizó por las elecciones nacionales.

Aseguran que una de las claves para recuperar tanto el sendero de la producción como de inversiones es el financiamiento, cerrado desde hace meses y que obligó a las empresas a optar por diferentes estrategias.

En el caso de Aconcagua Energía, la petrolera independiente operaba 1.000 barriles diarios antes del impacto de la pandemia y por el cierre de pozos obligado su producción bajó a 880. Sin embargo, estiman que para el primer trimestre del año próximo volverán a los niveles previos al coronavirus.

La estrategia comercial de la firma fue una de las claves que le permitieron atravesar la pandemia. Toda su producción está diversificada en varios clientes como Trafigura, Raizen, Axion e YPF, y por esto no padecieron tanto la decisión de la petrolera de bandera de suspender las compras en abril, señala la nota de Matías del Pozzi para el diario "Río Negro".

En la actualidad tienen 3 equipos de pulling trabajando de los cuales 2 están en Río Negro y el restante en Mendoza y a pesar de la pandemia mantuvieron sus 6 bloques convencionales operativos. En paralelo, Aconcagua tiene un plan a 6 meses para autogenerarse el 100% de la energía que consumen que hoy está en un 40%.

La firma Oilstone opera 12 concesiones en la Cuenca Neuquina y su nivel de producción prepandemia alcanzaba los 300 metros cúbicos de petróleo por día, algo así como 1.800 barriles, y en gas extraían cerca de 1.000.000 de metros cúbicos diarios. A más de 5 meses, están en 1.600 barriles y 800.000 m3 de gas.

Antes de la pandemia Oilstone era monocliente con YPF y desde abril la firma amplió sus fronteras con otros compradores. Como primera medida, se aseguraron almacenaje para evitar el cierre de pozos que condicione su vida útil. Habilitaron tanques que no tenían en uso y firmaron un acuerdo con Oldelval para almacenar crudo en sus instalaciones.

Al igual que las otras empresas del sector también utilizaron recursos de inversión para salarios. “En empresas chicas como las nuestras, la caja manda, y al no tener una empresa o accionista que te pueda girar, lo primero haces es recortar inversiones para salvar la compañía”, expresó.

Por último, Petróleos Sudamericanos, petrolera con activos en Argentina y Colombia no atravesó un escenario distinto al resto de las operadoras de la Cuenca Neuquina. Su producción era de 4.200 barriles equivalentes, cayó un 20% durante los meses que van de pandemia y se prepara para cerrar el año sin ningún pozo perforado.

Todo lo que estaba asociado a inversiones lo frenaron y los aportes que recibieron fueron destinados para cubrir los gastos fijos y transitar la situación. La empresa solo realizó reparaciones a principio de año y las planeadas para el 2020 se postergaron para el próximo año.

En referencia al futuro, las firmas coincidieron que la incertidumbre de cuándo se normalizará el mercado es muy grande. Primero que nada porque está atado a una reactivación de la economía en general y, a su vez, eso está directamente vinculado con la vacuna que frene el avance de la pandemia.

Autor: Horacio Beascochea

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