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Proponen una reforma integral del sistema energético argentino

Desde el IAE se plantea la necesidad de una “transición múltiple” de la actual situación energética hacia una matriz sustentable que incluye a la productividad, los precios y tarifas y decisiones racionales, entre otros temas.

El Instituto Argentino de la Energía, “General Mosconi”, lanzó su propuesta donde analiza la política energética y propone una serie de soluciones y alternativas para debatir con la sociedad argentina.

El trabajo enumera un conjunto de unas 60 medidas políticas que, en opinión de los autores, es necesario implementar para realizar una reforma integral legal, organizativa, de propiedad, económica, impositiva y estratégica que permita superar la situación actual del sector energético argentino sumido en una profunda crisis estructural de larga data que supera los 4 lustros.

“El Programa que presentamos tiene un formato abierto, se puede estar de acuerdo en todo o en parte, e incluso se puede estar en desacuerdo. Pero lo importante es que puede ser debatido, incluso por partes, y ampliado con los nuevos aportes de otros actores que se sumen al debate”, indicaron, para agregar que los destinatarios de la propuesta son la sociedad argentina, los partidos políticos, el sector empresarial y los sindicatos, “de larga tradición y conocimiento de la materia por haber sido parte indisoluble de los mejores momentos de la historia más que centenaria de la Energía en la Argentina”.

Para el IAE, la energía en argentina se encuentra en un estado de crisis estructural profundo cuyas características permiten afirmar que la economía energética está destruida, que las leyes de fondo son obsoletas y no se cumplen, que la organización institucional prevista en la normativa vigente es violada en forma sistémica, que las tarifas y los precios se fijan en forma caprichosa y al margen de la ley.

“Proponemos en definitiva una transición múltiple desde una situación actual insatisfactoria hasta una situación futura deseable. Se trata de una Transición compleja y completa que tiene cinco componentes: 1) Transición Energética hacia una matriz sustentable, 2)Transición en la Productividad, 3) Transición de Precios y Tarifas para nuestros consumidores, 4) Transición de las decisiones irracionales hacia la racionalidad, y finalmente, 5) la Transición moral que nos lleve a un Estado eficaz y eficiente en la toma de decisiones”, precisaron.

La transición múltiple se explica de la siguiente manera:

1.Argentina tiene que ser miembro activo en el esfuerzo mundial colectivo para mitigar y controlar el cambio climático. Esto implica una Transición de una matriz de consumo energética primordialmente carbonosa fuerte productora de gases de efecto invernadero a una matriz neutra en emisiones en 2050: será una transición no exenta de grandes dificultades políticas y económicas. Esta es la Transición Energética.

2.En el año 2020 Argentina posee un sector productor de Energía de muy baja productividad y de altos costos de producción. La producción de Energía en el país (hidrocarburos, energía eléctrica, energía nuclear, etc.) tiene un alto costo de producción y una baja productividad. Argentina no puede competir con su producción energética en el mundo porque sus competidores la aventajan. Necesitamos dar un salto de productividad. Esta es la Transición de la Productividad desde un sistema ineficiente a un sistema de alta eficiencia.

3.Nuestra gente (los consumidores, la industria, el transporte, el agro, los exportadores, los transportistas) necesitan precios bajos de la energía para ser más competitivos los unos y para mejorar sus economías familiares los otros. Necesitamos tomar conciencia de que esto no se alcanzará de un día para otro: Esta es la Transición de los precios y tarifas.

4.Argentina decide generalmente rápido y mal en Energía. La historia energética está plagada de decisiones irracionales. Los malos ejemplos abundan en las últimas décadas: desde compra de centrales nucleares sin estudios, pasando por gasoductos licitados sin estudios de factibilidad o centrales de carbón sin carbón. Los resultados son muy perjudiciales siempre para el fisco y por ende para el consumidor: esta es la Transición hacia la racionalidad energética y en definitiva hacia un mejor Estado nacional.

5.Dejamos para el final la Transición indispensable que nos transforme en un país serio y creíble: La Transición desde un país al margen de la ley que es hoy nuestro país a uno con un Estado eficiente y con una alta moral pública. Quizás este sea el objetivo más importante y a la vez más difícil de alcanzar en los próximos 30 años.

Autor: Horacio Beascochea

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