Añelo no es lo que era. Las imágenes de un ritmo febril en la localidad con un sinnúmnero de camionetas petroleras yendo y viniendo a distintas locaciones y con trabajadores petroleros consumiendo servicios en la ciudad parecen una postal antigua.
Aún así, todavía entre 800 y 1000 trabajadores, relacionados con actividades de producción transitan por la localidad, pero todos coinciden que el ritmo de trabajo no es el mismo y que empeoró de manera notoria con la llegada de la pandemia por el COVID-19.
“Ahora está todo parado y es poco el trabajo que sale”, confió una importante fuente gubernamental a Vaca Muerta News. “Estamos esperando que se inicien algunas obras. En la actualidad las únicas obras que están funcionado son Zille y Contreras Hermanos, en Sierras Blancas (bajo la operadora Shell)”, señaló la fuente.
El parate de obras relacionadas con el petróleo y el gas elevó los índices de desocupación y de asistencia desde el municipio de Añelo. “Esta pandemia está haciendo estragos en todos los sectores y tuvimos que incrementar la asistencia en un 300%”, confió una fuente de la municipalidad a Vaca Muerta News. “Antes se asistían a cerca de 40 familias y ahora se asisten a 250 grupos familiares”, agregó.
Además, hay asistencia directa de leña o garrafas, sobre todo en esas épocas de bajas temperaturas. “Esta es la cruda realidad. Hay personas que tienen que salir a buscar trabajo sí o sí para subsistir y si no pueden hacerlo, necesitan asistencia directa del Estado”.
Desde la comuna adelantaron que están trabajando de manera conjunta con sindicatos y fuerzas vivas de la localidad para enfrentar la pandemia del COVID-19. “Trabajamos, pensando que el virus está. Hay que pensar que en Añelo hay un tránsito entre 800 y 1000 trabajadores, sobre todo referido a actividades de producción”, explicó la fuente.
“Hay que aclarar que sí se detuvieron la concreción de obras, exploración, perforación, fractura e instalaciones de superficie, pero la producción no paró y en Añelo, circulan entre 800 y 1000 trabajadores en toda la industria”, afirmó.
Cabe recordar que el ritmo de trabajo en Añelo y zonas aledañas comenzó a declinar a mediados del 2019, cuando el gobierno de Mauricio Macri cambió las reglas de inversión para las operadoras en Vaca Muerta, y fijó un precio de comercialización para el barril de petróleo, luego de la devaluación de las PASO y que la suba del dólar no impactara en el precio de los combustibles.
La medida, impulsada mediante el Decreto 566, aplicó un tipo de cambio de referencia de $ 45,19 por dólar y un precio de referencia Brent (el valor del crudo en el Mar del Norte) de US$ 59 el barril, que modificaron las reglas del juego y poco a poco, las operadoras empezaron a bajar equipos perforadores.
A esta situación, se sumaron las modificaciones a la Resolución 46, en los programas de incentivos a la producción gasífera. Luego llegó el cambio de gobierno nacional y desde el sector petrolero y gasífero se viene reclamando un nuevo horizonte que asegure reglas claras para invertir en la cuenca neuquina.
Así se inició el 2020 hasta que llegó la pandemia del coronavirus y obligó a una paralización total del sector y la implementación de un nuevo barril criollo para sostener una actividad que es prácticamente nula en el país y en el mundo.