La pandemia del COVID-19 y la situación hidrocarburífera nacional e internacional se transformaron en la tormenta perfecta para las pymes neuquinas. La situación sanitaria y económica obligó a un sinnúmero de empresas a solicitar la ayuda del gobierno nacional y provincial para afrontar sus obligaciones.
Según detallaron las cámaras CEIPA (Cámara Empresarial Industrial Petrolera y Afines de Neuquén) y Capespe Cámara Patagónica de Servicios Petroleros fueron 61 empresas las que pidieron una ayuda financiera al gobierno nacional, en el régimen del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) con una masa salarial de unos 500 millones de pesos.
Desde las cámaras se informó que 55 empresas de CEIPA y 6 de Capespe lograron acceder a ese beneficio, pero advirtieron que todavía quedan dos meses duros (junio y julio) en los cuales se sentirá aún más el impacto del desplome de la actividad, por el corte de la cadena de pagos en todas las empresas.
Además de la ayuda nacional, el gobierno de Neuquén invirtió unos A 2200 millones de pesos a través del BPN para auxiliar a empresas de servicios petroleros y comerciantes neuquinos -afectados por el parat económico y que puedan afrontar el pago de salarios de abril.
“La situación sigue siendo difícil porque si bien el precio interno del barril es un incentivo para reactivar la industria, esto no se va a dar de un día para el otro. La cadena de pagos está rota y las empresas de servicios especiales no sólo están demoradas entre 60 y 90 días en cancelar los pagos, sino que además están pidiendo el 20 por ciento de descuento para abonar lo adeudado”, explicó al diario LM Nequén Gonzalo Etchegaray, vocero de CEIPA.
Agregó que si bien “hay que ajustarse a las nuevas condiciones comerciales”, donde los ajustes se sabe que los nuevos contratos con las operadoras “post pandemia” serán con servicios recortados y menos caja.
A pesar del anuncio de un precio interno del barril a 45 dólares, las pymes prevén un panorama sombrío para los próximos meses, donde se espera la reactivación de los 29 equipos de perforación que tiene la cuenca neuquina.
Desde la industria calculan que recién a mediados de agosto las pymes podrán cobrar algunos de los servicios que empiecen a facturar en breve, después de la reactivación que impulsa el precio sostén. Es decir que habrá dos meses de mucha incertidumbre, señala la nota de Adriano Calalesina.
“Gracias al diputado nacional Darío Martínez, y al ministro Matías Kulfas (de Desarrollo Productivo de la Nación), el decreto (488/20) incluye la cadena de valor y las empresas de la región, por lo que ahora nos queda todos juntos el desafío de monitorear conjuntamente con el ministerio y las empresas asociadas, el cumplimiento de este decreto”, añadió Etchegaray.