La empresa de servicios petroleros EDVSA, que les presta servicios a YPF, Shell y otras empresas operadoras, en el rubro ingeniería y construcción, decidió suspender unos 1.700 empleados, pagándole por seis meses el 15 por ciento del salario, según un modelo de convenio que comenzó a llegarles a los trabajadores por correo electrónico, desde el viernes pasado.

La empresa tiene bases en Comodoro Rivadavia, en Salta, y sede central en Buenos Aires y en la región afecta a trabajadores de Añelo y Catriel, entre otras localidades.

Según publicó Rubén Boggi en el portal Mejor Informado, quedaron trabajando solo una decena de personas. Todo el personal, tanto el administrativo como el de campo, fue suspendido.

EDVA fundamentó su drástica decisión en “los recientes cambios regulatorios, y el precio actual del petróleo”, razones por las cuales “la actividad de algunos clientes presenta una merma significativa”. Por eso, la empresa ofrece un convenio personalizado a cada empleado, de suspensión por seis meses, con una asignación no remunerativa del 15 por ciento del salario.

No sorprende la medida empresaria, en el contexto, pero sí evidencia que se han terminado los tiempos, y urge adoptar medidas en el área petrolera, también afectada, no solo por la caída del precio internacional del petróleo, sino también por la pandemia, la cuarentena, y la caída significativa del consumo que ha implicado esta situación, sobre todo, en los combustibles.