Actualidad

Las obras en los yacimientos sufren las consecuencias del coronavirus

Guardias mínimas en las localizaciones y paralización de nuevas construcciones en yacimientos son los resultados de la pandemia del COVID-19. Se esperan definiciones para después del 12 de abril.

El armado de nuevas locaciones en los yacimientos quedó en suspenso. Gasoductos a medio terminar y extensas cañerías para llevar agua a los pozos petroleros para facilitar el fracking, son parte de las consecuencias por las resoluciones tomadas con el dispositivo de prevención del coronavirus (COVID-19) en Argentina.

Desde la última semana de marzo, los equipos de perforación se han puesto en pausa para resguardar la salud de los trabajadores. Y en esta línea de paralización entró también la logística en los yacimientos que forman parte del desarrollo de Vaca Muerta.

Una de las obras de infraestructura que está pausada en este contexto es la construcción de la Planta de Tratamiento de Crudo (PTC) de La Amarga Chica, un yacimiento que está en manos de YPF en sociedad con Schlumberger, en la llamada zona caliente de Vaca Muerta. Es una inversión de más de 70 millones de dólares que quedó en stand by y que de forma inicial tiene la capacidad para procesar más de 50 mil barriles por día de petróleo. La misma planta es la que conecta también con la producción en las áreas Bandurria Sur y Loma Campana, que concentran buena parte del shale oil que se extrae en la provincia de Neuquén.

“Se están haciendo muy pocos trabajos, solo de mantenimiento y lo esencial. No sabemos cuánto va a durar esto, solo nos están llamando cuando hay algún problema puntual”, explicó una fuente del sector al diario LM Neuquén.

En los yacimientos, el movimiento de personal se redujo a guardias mínimas que permiten la continuación de la actividad petrolera. Como las etapas de fractura están suspendidas por el protocolo sanitario, tampoco está funcionando la planta de arenas para los yacimientos y el transporte de agua también entró en pausa. No obstante, el abastecimiento de agua para la central térmica de Loma Campana sigue funcionando para dar energía a los yacimientos.

En consecuencia, el sector más vulnerable con la paralización de obras en los yacimientos son las empresas constructoras y de servicios asociados, como también parte de los obreros de la UOCRA, que son los encargados de levantar de cero algunas de las locaciones de Vaca Muerta. Se trata de obras civiles, como infraestructura, oficinas, servicios básicos y mejoramiento de caminos internos en las áreas petroleras que están bajo la órbita de trabajo de ese sindicato. Es que antes de montar las torres y equipos de peroración cada área necesita una puesta en marcha con servicios que hoy se cortaron.

Pero además del midstream, que parece estar sepultado por el contexto, la sumatoria de crisis en el sector hidrocarburífero hizo que esté paralizada la construcción de nuevas locaciones para realizar perforaciones. En suma, si no hay nuevas perforaciones, no hay locaciones ni demanda de empresas que realicen tareas de movimiento de suelo y puesta en marcha de servicios básicos.

Es que los 29 equipos de perforación que operan en la Cuenca Neuquina están en suspenso desde hace dos semanas por la expansión de la pandemia y, además, por un decreto presidencial, sumado a la presión que ejerció el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa para bajar las dotaciones de trabajadores en los yacimientos petroleros.

Cabe recordar que hasta mediados del 2019, la apuesta de las operadoras a invertir en gasoductos y oleoductos para Vaca Muerta tenía una lógica por la suba de la producción, cuando el gas llegó a un récord histórico de producción (más de 140 millones de metros cúbicos por día en Neuquén) y también el procesamiento de crudo. Incluso, la proyección al 2021, antes de la crisis del barril congelado (distorsión del precio interno por poner un techo a la suba de los combustibles), implicaba una proyección de casi quintuplicar la producción al 2030, con un cuello de botella en 2021, señala la nota de Adriano Calalesina.

Pero, ahora hipótesis del cuello de botella para evacuar el petróleo de Vaca Muerta ya tiene una solución a corto plazo desde el año pasado cuando se inauguró el oleoducto que une Loma Campana con el Lago Pellegrini, por donde se evacua la producción del bloque de 11 áreas calientes.

Autor: Horacio Beascochea

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web