Raúl Martín, CEO del Grupo Concretar SRL, empresa dedicada a realizar Obras Civiles en Yacimientos y Rental de camiones, camionetas y Maquinaria Pesada propia, dialogó con Vaca Muerta News y opinó sobre la coyuntura actual, en el marco de la epidemia del COVID-19 y la incertidumbre en la política energética.

Martín advirtió sobre el riesgo que corren las pymes neuquinas y se mostró muy preocupado por la situación. Reconoció que la actividad está parada en un 80% y que hay un panorama de incertidumbre generalizada. Además, cuestionó a ciertos bancos por ser inflexibles, a pesar de que hay una normativa del BCRA al respecto y llamó a defender el trabajo neuquino

“Nosotros tenemos un problema preponderante que es el Coronavirus y hay que resolver y ojalá se pueda hacer. No obstante ello, después que salgamos de esta pandemia, habrá que enfrentar otra realidad, que es el precio del comodity del petróleo a nivel mundial”, dijo en diálogo con Vaca Muerta News y al comienzo de la chala

“Una vez que se pueda resolver la situación de la pandemia, tenemos que ver cuántas empresas que conforman el entramado local, quedan paradas y cómo quedan posicionadas. Hay que tener en cuenta que ya no hay forma que se pueda seguir sosteniendo sueldos de empleados que están en su casa y que tienen que cobrar igual”, señaló.

“Desde el gremio petrolero señalaron que no aceptarían una reducción del 50%, pero que se va a discutir igualmente. Las cámaras (FECENE y otras entidades relacionadas con el petróleo) que nos agrupan han hecho interesantes planteos para resolver estos temas a las autoridades, como exenciones de impuestos y demás, que serán paliativos”, repasó.

“Hasta ahora lo que se está haciendo es patear la pelota para adelante. No estamos generando ingresos este último mes y tenemos que afrontar cargas sociales y demás obligaciones. Ya a partir de abril, tal vez las empresas tengan que dar de baja gente y pasemos a ser los malos de la película los emprendedores y empresarios. Seremos el pato de la boda, porque nos toca a nosotros no tener con qué afrontar los sueldos y las obligaciones patronales, si bien están hablando que van a haber descuentos y otros beneficios en ingresos brutos. Pero son paliativos. La verdad es que la incertidumbre agobia y el encierro potencia esa incertidumbre”, dijo.

Consultado sobre la línea de créditos lanzada por el gobierno neuquino, Raúl Martín dijo que “me están obligando a endeudarme y lo están haciendo con buena voluntad, con tasas preferenciales, comparadas con la inflación. Pero si todo estuviese operativo, no necesitaría endeudarme”, señaló.

En este sentido, criticó a algunas entidades bancarias de la banca privada por su accionar. “Nosotros, dentro del grupo de empresarios reunidos en el Clúster de Vaca Muerta, vamos a calificar cómo se comportaron los bancos con cada uno. Es necesario que hagamos un ránking y veamos quién no dio una respuesta más adecuadas a las necesidades actuales. No voy a mencionar los bancos con los que opero, pero muchos de ellos hicieron el clearing normal, cobraron las comisiones, como si no hubiese pasado el coronavirus y a pesar de que había medidas ya tomadas por el Banco Central que imposibilitaban a esos bancos de cobrar esos impuestos”.

“Por eso, pensé que iban a ser más flexibles y que en el primer día de apertura de clearing, llamaran a los clientes y habilitaran un descubierto, pero no hubo comunicación alguna, ni con un 0800, ni al gerente, ni a nadie de los tres bancos con los que uno opera”, cuestionó. “Por eso creo que por este mes, los bancos deberían ser más flexibles, que nos dejan acomodar un poco”, agregó.

Consultado sobre la caída de la actividad, Martín dijo que “hacemos obras civiles y estamos parados. También hacemos rental de herramientas especiales para el petróleo y alquiler de maquinaria vial pesada, que también está parada”, reconoció.

“Y ni siquiera hoy uno se puede deshacer de un capital de trabajo, como la venta de una maquinaria o un camión, para generar recursos y afrontar obligaciones, porque nadie te lo va a comprar, porque no hay movimiento afuera”, dijo.

“Estuvimos estuvimos llamando a distintos clientes por el tema de pagos y no tienen respuestas. Y hablamos de operadoras o empresas de primer nivel. Algunos te invocan situaciones de fuerza mayor. Imaginate cómo estamos nosotros, los empresarios chicos, que lo primero que pensamos es pagarle a los empleados. Después, vienen las cargas sociales, los planes, la AFIP y la moratoria y lo último que sacamos son nuestras utilidades, que generalmente dejamos en la empresa, para seguir invirtiendo en la misma”, agregó.

“Cuando pasan estas situaciones, los más angustiados por no llegar a cubrir lo que el empleado necesita, somos nosotros. Y en algunos casos, nos vemos, tal vez, en la necesidad de prescindir de algunos colaboradores que han trabajado estrechamente en la empresa. Sin embargo, si la situación es tan insostenible, hay que tomar esta decisión”, dijo.

“Otra variable que hay que tener en cuenta es la incertidumbre sobre cuánto durará la cuarentena. No lo sé. No generamos actividad en marzo, no generaremos en abril y ¿qué pasa con los sueldos de mayo?”, se preguntó.

“En mi caso, la caída en mi nivel de actividad supera el 80%. Es complicado y angustiante. El encierro potencia todo y también la incertidumbre. Lo peor que puede tener un empresario es la incertidumbre. Sabemos cuál es nuestro destino: llevar una empresa adelante, tener a nuestra gente en nuestro barco que es la empresa y llevarla a buen puerto, pero no sabemos para dónde sopla el viento o para dónde izar las velas y estamos perdidos. La verdad, he estudiado para no estar perdido, pero todo lo que estudié en la facultad, hoy no lo puedo aplicar”, reconoció.

“Ojalá podamos encontrar alguna solución. Pasada esta coyuntura, el empresariado local se debería unir un poco más fuerte y poner más barrera de entrada a empresas que vengan de afuera y ahora, en este momento, salieron disparadas. Hoy, nosotros, todavía estamos acá y seguiremos acá”, finalizó.