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La caída del precio del petróleo hace peligrar el desarrollo de Vaca Muerta

La técnica no convencional utilizada necesita un valor del barril mayor a los US$40. El derrumbe del domingo coloca ese precio arriba de los U$S 30. Incertidumbre en sector.

La caída del precio internacional del Brent a menos de 40 dólares, encendió la alarma en Vaca Muerta, que ve peligrar todos sus desarrollos no convencionales, si no logra estabilizarse el mercado internacional del crudo.

Al ser un commodity y contar con un valor de referencia para todos los tipos de crudo, la actividad hidrocarburífera está sujeta a los vaivenes internacionales. El domingo 8 de marzo el precio del petróleo se desplomó en los mercados mundiales a raíz del fracaso de las negociaciones entre los principales miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para renovar el acuerdo de cuotas de producción que vence a fines de marzo.

En el caso de Vaca Muerta, la técnica de explotación no convencional de hidrocarburos (fracking) es más costosa que la convencional y necesita un precio de referencia de 40 dólares. Al ser una formación sedimentaria muy dura, parecida al mármol, se necesita para perforarla y liberar los hidrocarburos (gas y petróleo) hacer pozos horizontales, en forma de "L", y hacer fracturas con la inyección de mucha agua y arena para romper la roca. Son pozos que en el primer año se extrae mucho petróleo y gas, pero, pasado ese tiempo, el rendimiento declina muy rápido. Para mantener el ritmo de producción es necesario estar perforando nuevos pozos de forma constante.

Es por eso que para hacer viable el desarrollo del shale, se necesitaron varios años de inversiones en investigación y desarrollo para que la producción no convencional pueda cubrir sus costos. La innovación llegó de la mano de Estados Unidos. Hoy, no solo es el mayor productor no convencional, sino que es el mayor productor de petróleo y gas del mundo, una utopía hace solo diez años. Estados Unidos consume por día 20 millones de barriles y, por primera vez en 65 años, en 2020 se convertirán en un exportador neto de energía (exportarán más de lo que importarán), precisa la nota publicada en el diario La Nación por Sofía Diamante.

En el caso de Argentina se logró hacer funcionar Vaca Muerta con esfuerzo de toda la industria e incentivos fiscales de los gobiernos. Los resultados fueron visibles y en menos de siete años, la producción no convencional de petróleo ya representa el 19,4% del total -tuvo un crecimiento anual del 50% en 2019 en relación a 2018- y la de gas, el 42,7% de toda la producción nacional, según el último informe del Instituto Argentino de Energía Gral. Mosconi.

Los costos bajaron de manera exponencial y el futuro de Vaca Muerta ya es posible sin subsidios. Sin embargo, un precio del barril de petróleo por abajo de US$40 rompe con cualquier proyecto de desarrollo. No solo para la Argentina. Con valores en niveles de US$36 también se desacelera la producción en Estados Unidos, ya que se paralizan nuevas perforaciones.

Aquí radica la diferencia con los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC, por sus siglas en inglés). Arabia Saudita y la mayoría de los países árabes tienen un breakeven -el valor que permite recuperar la inversión en producción- de entre US$5 y US$10 el barril, alrededor de US$30 menos que los países productores del no convencional o los de producción offshore (costa afuera).

Por eso pueden seguir produciendo petróleo con valores del Brent -la cotización internacional que se toma de referencia en el mercado local- más bajos que la Argentina y Estados Unidos. Aunque estos países, en general, también tienen una limitación: su " breakeven político" es de entre US$75 y US$80; es decir, el nivel de rentas que necesitan para cubrir los altísimos costos sociales.

En los últimos años, estos países redujeron la necesidad de mantener un precio tan alto con la imposición de mayores impuestos, ya que la mayor producción de petróleo de Estados Unidos implicó que perdieran poder para mantener el valor del crudo alto con reducción de oferta. De hecho, la estrategia de mantener precios altos fue fundamental para permitir que los proyectos no convencionales de Estados Unidos se desarrollaran, porque permitían que, aun con costos altos, fueran rentables. Al darse cuenta de esto, los miembros de la OPEC aumentaron de nuevo la producción para reducir el precio, pero, para ese entonces, la tecnología estadounidense ya había mejorado la eficiencia y bajado los costos.

El viernes pasado, en la reunión de la OPEC en Viena, Arabia Saudita y Rusia no llegaron a un acuerdo sobre continuar recortando la producción para frenar el derrumbe del precio del barril, que se produjo luego de que se reduzcan las proyecciones de crecimiento mundial y, por lo tanto, se estime una caída en el consumo del combustible.

Autor: Horacio Beascochea

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