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Shell realizó un balance positivo y prevé sumar otro equipo en el 2020

La petrolera angloholandesa realizó un balance de sus desarrollos no convencionales en Vaca muerta y continúa con su avance en la cuenca neuquina.

A principios del 2012, Shell decidió avanzar en el negocio del Upstream en Argentina con la explotación no convencional de hidrocarburos en Neuquén. Desde entonces, sus actividades crecieron de forma sostenida en la cuenca neuquina.

En la actualidad opera cuatro bloques en Vaca Muerta: Sierras Blancas, Cruz de Lorena, Coiron Amargo Sur Oeste y Bajada de Añelo; y está asociada a la francesa Total en los yacimientos La Escalonada y Rincón La Ceniza.

A fines de 2016, la Compañía puso en funcionamiento una planta de producción en el área Sierras Blancas con una capacidad de procesamiento de 12.000 barriles por día; y en diciembre de 2018 anunció el pase a desarrollo masivo en los bloques Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste.

A un año de este anuncio, el balance de Shell -más allá de la conflictividad- es altamente satisfactorio. A mediados de año sumó un segundo equipo con el objetivo de ganar eficiencia y “perforar en tiempo récord para alcanzar los niveles de Permian”.

Este desafío técnico-operativo permitió lograr una producción promedio de 8.000 b/d y cerrar el año con una producción promedio cercana a los 10.000 b/d. Es decir que en menos de seis meses, Shell alcanzó prácticamente la capacidad de procesamiento de la planta inaugurada en el 2016, señala la nota de Raúl Oscar Vila en el portal Mejor Informado.

Sí bien los pozos perforados en las áreas de la compañía de capitales anglo-holandesa no marcan un récord para la cuenca neuquina, el equipo técnico consideró que los últimos dos pozos de 2019 “marcaron un récord de eficiencia en perforación y tiempos de fractura, logrando los niveles de eficiencia similares a Permian".

"El pozo CdL-35 B se terminó en 21 horas y media y demandó 11 etapas de fractura, mientras que el pozo CdL-13 se realizó en 19 horas con una rama lateral de 2500 metros" confiaron a este medio.

Con la incorporación del segundo equipo, Shell registró una mayor eficiencia en los tiempos de perforación. El SAI 652, uno de los equipos más modernos que tiene la cuenca, aportó una disminución del 30% en los tiempos de perforación, lo que representa "un trabajo de 20 días cuando antes demandaba 30 días", aseguraron desde la compañía.

Con estos logros en puerta y con siete años en Vaca Muerta, la petrolera comenzó a evaluar la posibilidad de sumar un tercer equipo para el segundo semestre de 2020. Esto dependerá de contar con las condiciones de mercado y reglas estables en la industria petrolera que garanticen sus desarrollos en la Cuenca Neuquina.

Autor: Horacio Beascochea

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