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Arenas del Paraná, una de las proveedoras de arena para fracking: “Vaca Muerta es una gran promesa”

La empresa fue inaugurada en agosto del 2018 y extrae arena del dragado del río Paraná, que transporta hasta la formación neuquina.

Arenas Argentinas del Paraná provee de material para Vaca Muerta. El material es extraído del río dragado del Río Paraná y está a cargo de la empresa del grupo belga Jan de Nul.

La planta tiene una capacidad para 150.000 toneladas anuales, está en Diamante, Entre Ríos, y emplea a 35 personas. El responsable de la firma es el ingeniero en petróleo Diego Diaz Peralta, que en una entrevista que detalló el funcionamiento de la empresa, una de las principales proveedoras de un insumo vital para Vaca Muerta.

Díaz Peralta precisó que la planta elaboradora de arena para fracking realizó una inversión inicial de u$s 6 millones y dijo que el proyecto comenzó a evaluarse en el 2014, cuando se empezó a decir que sería necesario importar grandes cantidades de arena para Vaca Muerta. “Por el contrato en la hidrovía, Jan de Nul venía moviendo toneladas en el río. Con lo cual, hicimos foco inmediato: si hay alguien que sabe cómo mover arena y encontrarla, somos nosotros”, dijo en una entrevista realizad por Juan Manuel Comte, publicada en el Cronista Comercial.

“Para fracking, se busca granulometría (el tamaño de los granos) y la resistencia a la rotura (crash). Nuestra arena tiene arriba del 98% de cuarzo. Es un material de muy alta pureza. Tuvimos dos, tres años de estudios. Para convencernos nosotros de que la arena servía y, después, para convencer a los clientes de que podíamos darles una provisión segura de volumen y calidad”, dijo.

Consultado sobre la inserción en el mercado, dijo que está siendo difícil. “Están las canteras locales, que migraron de la construcción y el vidrio también a Vaca Muerta. Y las importaciones. Cuando empezó el yacimiento, se importaba cerámica y bauxita, que valían u$s 600/1000 por tonelada. Hoy, la arena natural está a 10% de ese valor. Pero ahora se está importando también arena”, indicó. “El mercado de los Estados Unidos tiene dos, tres veces más oferta que demanda. El excedente se está mandando a la Argentina. Es una amenaza importante y hay que volverse competitivos”, señaló.

En este sentido, Díaz Peralta precisó que la arena de Estados Unidos es más barata. “Cuesta 20/25% del valor de acá. Es un mercado que consume anualmente 130 millones de toneladas. Nosotros no llegamos al millón. El 80% de la arena que va a Vaca Muerta, hoy, sale de Entre Ríos. El resto, de Dolavon (Chubut)”, detalló.

“La logística es cara. Si el mercado se va a 5 millones de toneladas, como se prevé, entrar a Añelo con camiones será inviable. Un tren soluciona parcialmente eso. Entonces, la empresa que viene de afuera, trae un barco a Bahía Blanca porque ahí tiene la puerta del ferrocarril. Nosotros, en cambio, tenemos la misma distancia desde Diamante, donde está nuestra planta, hasta Bahía Blanca que a Añelo”, dijo.

La planta tiene una capacidad de operación de 150.000 toneladas por año. “Arrancamos en agosto y estamos entre 80.000 y 90.000. Todavía no llegamos a tope porque no podemos tener nuestra propia arena dragada. Les estamos comprando arena a productores de la zona.

Consultado sobre cuánto tiempo duran los contratos de provisión con las petroleras, Díaz Peralta precisó que no superan el año.” La industria busca dispersar la oferta. El mercado arenero no está acostumbrado a la formalidad de la industria petrolera, a las implicancias que, por ejemplo, tiene la demora en una entrega. El costo de tener un pozo parado esperando arena es brutal. Entonces, ellos quieren asegurarse la provisión. Si no está uno, lo hará otro”, dijo.

La planta se inauguró en agosto del 2018 y es una de las principales proveedoras de Tecpetrol. “Nos dio un poco de incertidumbre. Es un excelente cliente, con el que siempre avanzamos muy linealmente. Inicialmente, no nos afecta”, dijo ante los cambios en la resolución 46. “Pero, obviamente, estamos frene a una incertidumbre, que es lo normal en esta industria. Cualquiera que quiera participar de este negocio tiene que asumir el riesgo petrolero. A muchos, hoy, les cuesta asumirlo. Por ejemplo, a los transportistas”, afirmó.

“Todos estamos aprendiendo de qué se trata esto. Vaca Muerta es una gran promesa. Y no tenemos claridad de qué hacer con este monstruo. Su potencial dio tantas libertades para tomar algunas decisiones que, después, hubo que volver atrás. Y eso, lamentablemente, termina espantando a los inversores. Es tan grande la inversión a poner, que no todos están dispuestos a asumir estos riesgos”, finalizó.

Autor: Horacio Beascochea

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